Lavive Yañez Simon*El ciudadano necesita información fidedigna para tomar buenas decisiones, pero la escandalosa manipulación informativa del Ejecutivo Boliviano atenta contra ello. A pesar del intento de ocultamiento, se está develando la gigantesca bola de corrupción tejida, usando como instrumentos a mujeres. Si, mujeres bolivianas que se usan con el fin de enriquecerse ilícitamente y, en caso de que la olla se destape y si no queda otra forma de salvar al gran jefe, volver a usarlas como fusible echando sobre ellas toda la artillería que tienen a mano, como es el caso de las hermanas de Margarita Terán, joven dirigente del MAS, a quienes se encontró con 145 kilos de cocaína, juzgadas el 2008 y liberadas en un tiempo mas corto que el del proceso, 99 días.Recientemente, el robo de 1.100 millones de bolivianos del Fondo Indígena, representado por Nemesia Achacollo, persona de total confianza del primer mandatario y ahora el escandalo desatado por la denuncia de tráfico de influencia, que hace el periodista Carlos Valverde, al presidente de Bolivia y su ex pareja Gabriela Zapata, quien representaba a la empresa china CAMC desde el despacho de la Primera Dama, como lo denuncian, sus colaboradores mas cercanos.El afán de alimentar los egos y fortalecer el poder, en muchos casos desgastado, o el dinero, hacen a las personas perder la moralidad, y este último caso, de supuesta corrupción millonaria, ha develado la personalidad contradictoria del presidente del Estado Plurinacional en la interminable cadena de mentiras (que van desde la negación total del conocimiento de la Sra. Zapata hasta el reconocimiento de un hijo en común, y desde no asumir la sospechosa relación del Gobierno con la empresa Camc, a través de la Sra. Zapata, hasta su encarcelamiento por usar instrumentos públicos para negocios privados). Esta interminable cadena, cual rompecabezas, se expone a la prensa y la opinión pública para confundir, hacen caer al presidente Juan Evo Morales Ayma en la trampa del totalitarismo y la soberbia del poder, sumada a esta trampa, su carencia de valores democráticos elementales y el irrespeto a los derechos de la mujer: porque su política, la instrumentaliza para sus negocios y la convierte en fusible humano cuando las papas queman. “Quien mucho habla mucho hierra”, es la enseñanza de este escandaloso capítulo protagonizado por el carismático hombre de la involución Masista.Esta carencia escandalosa, rebasó los límites políticos y esta afectando a la cultura y la educación de nuestros hijos: cuál es el ejemplo de un padre que da por hecho la muerte de un hijo sin participar de su velatorio o ver su cuerpo (recordemos que si hay acta de nacimiento, el niño nació vivo), y luego, cuando su madre está presa, amenaza veladamente con quitarle la tenencia y, por último, acusar públicamente, a través de instrumentos públicos como son ministros de la nación, a la madre de aquel niño.Esta vez el postulado del Ministro de Propaganda de Hitler, Joseph Goebbels, “Miente, miente que algo quedará. Cuanto más grande la mentira más gente la creerá”, parece que en Bolivia no está funcionando. Lo preocupante es, los denunciados nexos amorosos, de quienes representan el poder, con jovencitas; esta información es más violenta que las mentiras y el valor económico defraudado al Estado.*Ex diputada nacional