No a la reforma constitucional

NOÉdgar Rivero ZabalaFue el sentimiento expresado con conciencia por la ciudadanía en ciudades y provincias del país, donde sus movilizaciones contagiaron y sumaron, y fueron claves las redes sociales para rechazar la modificación de la Constitución e impedir a una fuerza política, el MAS, la reelección de Evo Morales y Álvaro García Linera para perpetuarse en el poder. El soberano, desencantado por tanta injusticia, salió en defensa de valores y principios democráticos violados sistemáticamente por el Gobierno contra quienes disienten de un socialismo utópico, corrupto y discriminador de indígenas del oriente (Tipnis y Cidob).Parte de la gente que encumbró al jefe cocalero se cansó de las acciones totalitarias por estar emulando una dictadura comunista revivida en países de Latinoamérica en el que aparece, análogo al cristianismo primigenio, como protector de pobres, obreros y oprimidos, y se erige en demoledor de poderosos, capitalistas e imperialistas. Un líder es quien respeta la Constitución, motiva, orienta y guía al pueblo con paciencia, sabiduría y honestidad, sin presos ni perseguidos políticos, pues son el resultado de circunstancias sociodinámicas en una sociedad evolutiva, en la que todo liderazgo auténtico es consciente de que lo que mueve a las personas no son las causas, sino los motivos que interiormente los impulsaron a unirse a determinado movimiento por convicción, como mejorar la democracia, defender el medioambiente, etc.La ciencia política sostiene que en los regímenes totalitarios solo existen dictadores que dieron lugar a la quiebra del racionalismo, el individualismo y el liberalismo ante los elementos irracionales que irrumpen en la vida individual y social, como el afloramiento de los instintos y las pasiones inferiores, el triunfo no de los más aptos, sino de los más audaces y desalmados.El No fue un triunfo del pueblo, al que la clase política tiene que enseñar una cultura democrática para que la juventud conozca sus virtudes y utilidad para la vida en común, en especial a quienes se preparan para actuar en el ámbito público. Así se coadyuva en la formación de liderazgos más esclarecidos y comprometidos con la democracia.El Deber – Santa Cruz