Mi zapatita me aprieta…

ALVARO-RIVEROS-OKÁlvaro Riveros TejadaAnte semejante telenovela, rica en escenas de amor, sexo, violencia y crimen, a la que los bolivianos fuimos arbitrariamente incorporados como actores secundarios; de reparto y/o simples espectadores, ya no cabe ni la menor duda que nuestra capacidad de comprensión y entendimiento haya volado por los aires. De ahí que, para tratar de discernir sobre sus alcances, es necesario volver a una tierna infancia, donde la inocencia se constituye en el arma más eficaz y recomendable para desenmarañar estos y otros casos parecidos.Este argumento emerge de la simple y llana lectura de las noticias de prensa cotidiana, que se han dado a la tarea de modificar el libreto del culebrón o simplemente transformarlo. Ahora ya no se trata de un tráfico de influencias o del óbito de un hijo, sino de hacer nacer un sucesor para las elecciones del 2019, o que la historia de la china CAMC nació con Carlos Mesa y no con Gabriela.Que el generoso imperio chino sustituyó con creces al imperio norteamericano en nuestro país es una realidad incontrastable, y que sus planes de ayuda financiera incluyeron jugosas gratificaciones, es también una verdad de Perogrullo que excede la imaginación más calenturienta. Lo que no está muy claro es: ¿qué destino corrieron los reales?Se sabe, por ejemplo, que en la gestión del exgobernador Cocarico se adquirió de la CAMC un camión taladro por Bs 2.910.000, el cual duerme el sueño de los injustos desde hace dos años, por la simple razón de no contar, como estaba pactado en el contrato de compra,  con el adiestramiento del personal que lo opere y, que los catálogos adjuntos están en idioma chino, lo que  de acuerdo a los sabios sinólogos que asisten a los compradores, no debería constituir ningún problema, ya que el idioma chino es tan simple, que se lee como se escribe.Nuestra inquietud radica en la deficiente distribución de los bienes adquiridos, pues sucede que con el accidente aéreo ocurrido este último domingo en la localidad beniana de Santa Ana de Yacuma, al decir de los múltiples testigos de la tragedia, no hubo un camión bombero que pueda extinguir las llamas y algo similar ya había ocurrido hace dos años y medio en Riberalta, con una aeronave de AEROCON que al caer dejó un saldo de ocho muertos y varios heridos.Volviendo a la recomendación de contemplar estos hechos desde la inocencia de un niño, para no sufrir los embates de una depresión aguda y la eventualidad de una muerte prematura, con los  gigantescos recursos de dinero erogados en aviones que no vuelan, barcazas que no flotan, satélites que no responden, etc. etc. nos preguntamos, ¿no habría sido mejor pedir camiones bomberos?Al menos nos hubiésemos ahorrado el temor al juicio de la historia y nuestras aventurillas habrían pasado  como eso, simples aventurillas que nos inspiren a declamar: ¡Mi zapatita me aprieta, mi mediecita me hace calor y ese chinito corrupto me tiene loco de horror!El Día – Santa Cruz