Ama llulla

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Parece que fue ayer que el Gobierno se declaró decepcionado de haber incorporado ponchos y chulos en la justicia boliviana. Lo dijo a raíz de la integridad que demostró el magistrado Gualberto Cusi, quien se negó a convertirse en un tonto útil del Gobierno y rechazó la manipulación de las leyes que ejecutan los operadores del régimen. Pese a ello, hoy está buscando la forma de usar el indigenismo para poner a su servicio al nuevo Defensor del Pueblo, institución que ha recibido una avalancha de postulantes.



La mayoría de las casi 170 personas que se han presentado han sido descalificadas por no dominar  alguno de los idiomas originarios, decisión que va dirigida a nombrar algún personaje afín a los postulados del “proceso de cambio” para evitar que ocurra lo de Rolando Villena, quien al principio aparentaba ser un oficialista y terminó haciendo su trabajo conforme a las leyes (sin exagerar, por supuesto).

No vamos a mencionar el cinismo que hay detrás de esta medida, pues ninguno de los principales mandatarios y muy pocos de los ministros y jerarcas gubernamentales domina otra lengua que no sea el castellano. El colmo es que a estas alturas y con toda el agua que ha corrido bajo el puente, se siga insistiendo en la gran mentira del “gobierno de los indígenas”.

Fuente: eldia.com.bo