Llama la atención de algunos, que mientras el Gobierno se porta implacable con los discapacitados, se manifiesta excesivamente blando con otros sectores.
A los dirigentes de la COB no les costó mucho convencer a las autoridades aceptar un aumento, que si bien no suena muy alto, es extremadamente irracional para los momentos que estamos viviendo, con una caída de los ingresos galopante que amenaza con desatar una grave crisis económica que azotará no solo a los empresarios privados, sino también al sector público, con un agudo cuadro de déficit fiscal. Ayer, mientras los discapacitados se reponían de la dura represión del día anterior, el presidente Evo Morales instruía a los ministros mejorar las rentas de los jubilados, que frecuentemente han sido marginados de algunas ventajas.
Es posible que los beneficiarios del sector pasivo alcancen un incremento mayor al seis por ciento. Los que se sorprenden por esta actitud deberían fijarse en lo que hacen los bomberos. Muchas veces, cuando el fuego tiende a propagarse, es mejor concentrarse en los edificios vecinos, a los que les rocían agua antes de que las llamas los alcancen.
Fuente: eldia.com.bo