Los trabajadores construyen un hotel cerca de la Casa Blanca para la empresa del magnate republicano y repudian las ideas de su jefe. «Nunca va a poder echar a todos los latinos de EEUU«, dijeron
Donald Trump generó su fortuna a partir de grandes emprendimientos inmobiliarios como la reconocida Trump Tower, un rascacielos imponente en pleno Nueva York. Sin embargo, para construir estos colosos a lo largo del país se necesita de algo clave: los obreros.
Los trabajadores de la construcción que ofrecen su servicio a la empresa del magnate republicano son inmigrantes latinos, en su mayoría, mexicanos y se cansaron de los discursos racistas de Trump en su contra.
En un lugar privilegiado de Washington DC y cercano a la Casa Blanca, se está construyendo un hotel que según los anuncios abrirá este mismo año. Sus obreros, incómodos con las declaraciones del empresario hicieron escuchar su voz y pidieron respeto hacia la comunidad latina.
«Están en contra porque ven que es una persona racista», asegura Francisco Jiménez al diario El País, un guatemalteco que instala ventanas en el emprendimiento hotelero de lujo que construye Trump.
«Nunca va a poder echar a todos los latinos de EEUU, aunque lo diga. Es solo para ganar votos», sostiene Jiménez. «No me gusta como candidato. Él cree que por su dinero puede comprar lo que sea. Pero la democracia no funciona así. Tiene que tomar decisiones con el Congreso», opina el obrero.
Jiménez cuenta que es extraño trabajar en el hotel de Trump y no estar de acuerdo con sus palabras, pero que no tiene otra opción de trabajo. «El simple hecho de que uno esté aquí trabajando no quiere decir que sea del partido de él o esté de acuerdo con lo que él dice o hace», aclara el trabajador.
Lo extraño en estas peleadas elecciones es que gran parte de los latinos se encuentra más cercano al Partido Republicano que al Partido Demócrata ya que desconfían de las promesas de este último con respecto a los inmigrantes. Incluso los sondeos realizados por consultoras indican que un número importante de latinos nacionalizados en EEUU han elegido a Donald Trump como su candidato.
Días atrás otro obrero sacudió las redes sociales con una publicación que se viralizó al instante. Diego Reyna, un trabajador mexicano que presta sus servicios en la construcción del Trump International Hotel & Tower Vancouver, en Canadá, se cansó de los comentarios xenófobos de su jefe y colgó una bandera mexicana en la torre.
En su perfil de Facebook explicó por qué lo hizo con palabras contundentes:»Porque en el vertido de hormigón, el terminado, la mezcla, el tallado de la madera y todos los trabajos en general, están los mexicanos, construyendo, haciendo un buen trabajo, los comentarios de Trump contra nosotros no impiden que hagamos un trabajo de calidad en nuestro país o en el país al que emigramos»
Reyna concluye su publicación con una lógica explicación: «señor Trump, hicimos nuestro mejor trabajo, en su torre acá en Vancouver y es de primera calidad, fuimos cruciales para eso, no sólo los mexicanos sino muchos otros inmigrantes, como sus ancestros porque usted no es un nativo americano, sus insultos contra nosotros no cambian la calidad y la ética de nuestro trabajo».
Entre las propuestas de campaña de Trump se destaca la de construir un muro en la frontera con México para evitar que los inmigrantes pasen y, además, que ese muro sea financiado por el país vecino.
El chef español José Andrés suspendió en julio pasado la apertura de un restaurante de Trump en Washington por sus comentarios contra los inmigrantes. Ese repudio llegó a la justicia, Andrés y Trump se encuentran en litigio legal desde ese entonces.
Los conflictos entre los obreros de Trump y la ideología del pre candidato se mantienen a lo largo de varios emprendimientos en construcción, en el caso del hotel en Washington el hecho tiene una trascendencia significativa ya que visibiliza en plena capital política del país, el rechazo de un sector a los comentarios del millonario.
Fuente: infobae.com