Una buhardilla acondicionada revaloriza la vivienda desde un 5% hasta un 15%
El éxito de una buhardilla está en sus ventanas. La superficie acristalada debe ser un 15%.
Son espacios difíciles de reformar y decorar por sus distribuciones irregulares y los techos bajos, pero con un proyecto profesional es posible habilitar estudios y despachos, habitaciones, salas de juegos, o incluso un baño.»Cualquier uso es ideal si está bien acondicionada e iluminada», dicen Elena Sarmiento y Adrián Martín, arquitectos de Aestudio Arquitectura, que acaban de rehabilitar una buhardilla en una casa en Mugardos (A Coruña). «La vivienda pasó de no tener vistas al mar a tener unas vistas impresionantes, como si estuvieran en un barco», explican. «En otra que acabamos de rehabilitar en O Carballiño (Ourense), los propietarios ahora pueden ver desde la buhardilla la torre de la iglesia».
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La superficie no debe ser inferior a los 30 metros cuadrados, ya que los techos inclinados reducen espacio útil. Es la propuesta de Habitissimo, que considera que «una buhardilla no debería ser solo una habitación, sino que debe aportar una nueva zona a la casa».El éxito de una buhardilla se centra en las ventanas y en su capacidad para ofrecer iluminación natural, ventilación y vistas. La superficie acristalada debe ser, al menos, un 15%, recomiendan en la firma Velux, que recuerda que «las ventanas para tejado proporcionan el doble de iluminación que una ventana de fachada». No hay limitaciones: desde adosadas o superpuestas hasta soluciones de cumbrera que aprovechan la luz cenital; desde apertura panorámica para asomarse, hasta apertura giratoria, que permite disponer del espacio bajo la ventana para colocar muebles. Las hay desde 850 euros.
En cuanto a la distribución, con una planta abierta se crea una mayor sensación de amplitud y profundidad. «Es importante jugar con lo recovecos y convertirlos en espacios de almacenaje», aconsejan en Houzz, portal especializado en decoración del hogar y diseño de interiores.Si existen vigas vale la pena resaltarlas. Si no las hay, se pueden comprar vigas falsas de fibra de vidrio o poliuretano, que se pegan a la superficie con adhesivo, indican en Leroy Merlin. Pero si son de madera es mejor evitarlas en los techos muy bajos, ya que se pierde sensación de altura y amplitud. «La madera se ha usado como aislante término, pero hoy pueden colocarse otras soluciones, como el cartón-yeso con capas de lana de roca que ayudan a mejorar el aislamiento térmico y aislar del sonido de la lluvia si la cubierta es ligera», explica la arquitecta Núñez.Las escaleras más adecuadas son las de caracol, aunque si no tienen un radio de al menos dos metros no son muy cómodas. Otra opción son las escaleras con peldaños compensados.A la hora de decorar no hay dudas: materiales que aporten amplitud visual y calidez, como suelos de madera maciza, techos blancos y colores claros. Nada de muebles en serie. «Optar por estanterías y mobiliario hecho a medida ayuda a salvar el desnivel creado por vigas y pilares y proporciona espacio extra de almacenaje», comentan en Houzz.Los precios son tan dispares como los proyectos que se pueden acometer. La reforma integral de una buhardilla de 40 metros cuadrados, a la que se dota de dos dormitorios y un baño, puede salir por 16.000 euros, según el calculador de PlanReforma. El doble, 30.000 euros, han invertido los dueños de una de 100 metros.
Fuente: elpais.com