Proyectan legalizar a los asentados en El Choré

Apuesta. Un comité técnico viene recogiendo información de los que habitan en la zona con el objeto de modificar la declaratoria de 1966.



Ref. Fotografia: Devastado. Este panorama ya es común en toda la Reserva Forestal donde hay ausencia total del Estado y las instancias subnacionales.

El Choré, un extenso “pulmón verde”, declarado como reserva forestal en 1966 “ya dejó de ser tal”, dicen los habitantes del extremo norte de Santa Cruz.  Ante esa cruda sentencia, un Comité Técnico, conformado por representantes de los municipios de Yapacaní, San Juan y Santa Rosa del Sara, conjuntamente la Autoridad de Bosques y Tierra (ABT), luego de concluir con un levantamiento de datos de los asentados ilegales en la zona, ha logrado elaborar un proyecto de Decreto Ley y presentar ante las instancias de gobierno para que el mismo sea cambiado de nombre y sea catalogado como «Reservas Integrales de Bosques y Tierras». 



Según la ABT, la idea no es cambiar de uso de suelo a la reserva de El Choré. «Lo que se quiere hacer es que toda esas actividades (por los asentados en la Reserva) que se han hecho, de manera desordenada, sin ninguna planificación y menos con instrumento de gestión, hoy en día pasen a un escenario de conservación que garantice el uso sustentable de los bosques y del suelo», respondió a requerimiento de El Día.

Por su parte, Carlos Santiago Guzmán Hinojosa, alcalde municipal de Santa Rosa de la provincia El Sara, en tono más enfático confesó que hablar de “reserva forestal” solo es en palabras; la realidad en la zona es otra. «Por eso se ha conformado un Comité entre los tres municipios para trabajar y elaborar una propuesta final, dado que es imposible sacar a toda la gente asentada ahí hace más de 15 años. Es muy difícil», precisó.

En tanto, Vicente Flores, alcalde de Yapacaní, confesó que la “gran reserva de bosque” prácticamente en los últimos años ha sido arrasado por chaqueos, asentamientos y la actividad agroforestal. «Junto con la ABT hemos llevado adelante el levantamiento de datos referente a las familias asentadas, establecer  qué cantidad de bosques hay y las afectaciones que se han dado a lo largo de todos estos años. Hoy estimo que solo queda un 20% de bosque virgen», señaló.

Entre amenazas y penurias. En menos de 50 años, según expertos, el incesante avasallamiento a la reserva de El Choré, impuso deforestación, un implacable asentamiento de campesinos, empresas madereras, cocaleros, lo que pone en riesgo con finiquitar con la vida del bosque y toda biodiversidad natural aún existente, así sea solo el 20% de los un millón de hectáreas con que fue declarado hace cinco décadas.  

Para Manlio Roca, especialista en la defensa de los recursos naturales, la amenaza al Choré, a lo largo de los últimos años ha generado una pérdida de la capacidad generadora de los servicios ambientales por los chaqueos y desmontes indiscriminados. 

«Están pidiendo la desafectación de casi el 80% de lo que queda de reserva a favor del INRA. Esto quiere decir legalizar a los ilegales. Lo que implicará dotar de títulos de unas con vocación netamente forestal para ser transformadas a una zona agropecuaria intensiva cuando el Plan Uso de Suelo (PLUS) indica que no es la mejor actividad sostenible para la producción», señaló Roca.

Otros expertos afirman que aún es difícil catalogar qué cantidad de bosque virgen aún queda en la zona. «No tenemos datos actuales. Existen estudios generales de deforestación en la Amazonia generados por la Fundación Amigos de la Naturaleza que muestran la situación de avance de la deforestación en la zona de El Choré hasta el año 2013», describió, Natalia Araujo, directora de Ciencias de la Fundación Natura Bolivia.

Araujo, además, describe que las amenazas y los impactos siguen siendo las mismas que se vienen reportando hace años: la deforestación por asentamientos ilegales para fines agropecuarios y con ello para el crecimiento de los centros poblados al interior de la Reserva. «La extracción ilegal de madera y la sobreexplotación del recurso forestal sigue siendo otro problema crítico. Aunque no existen nuevos estudios del estado de conservación de la reserva, es posible que su estado sea crítico», remarcó.

Por su parte, la Gobernación cruceña, de manera recurrente ha reafirmado que la gran reserva forestal fue mermada cada año en la época seca por el ingreso de colonos por los caminos de accesos a las concesiones forestales.  «Se instalan a las orillas del camino y realizan desmontes con herramientas manuales, luego cultivan maíz, arroz y otros. Luego de la cosecha recogen el producto y abandonan el área antes que comience la época de lluvias».

Incluso las mismas autoridades municipales, en contacto con El Día, han informado que en la zona ha desaparecido la presencia del Estado. «Si cuantas veces ingresa una comisión a inspeccionar a la zona es objeto de retención. Es de conocimiento de todos que es así, todos sabemos que el parque está a expensas de todo tipo de situación, incluso de actividades ilícitas», señaló un atemorizado funcionario del municipio de Yapacaní,  que pidió guardar en reserva su identidad. 

Entre amenazas y penurias. Serapio Pachacopa, presidente del Comité Técnico de Reserva Integral de El Choré, que también es miembro de los campesinos asentados en la zona, en contacto con El Día, negó rotundamente cualquier información al respecto. «Nosotros no podemos alarmar todavía sobre este tema.

Estamos coordinando con las personas que se han asentado hasta antes del año 2000 para crear una tratativa especial. Por lo demás no podemos decir nada», señaló.

Según diferentes datos generados por la Gobernación de Santa Cruz, a través de la Secretaría de Medio Ambiente, El Choré se ha creado por Decreto Supremo Nº 7779 del 3 de agosto del año 1966 con 900.000 hectáreas. Pero en 1991 a través de otro DS Nº 22899, se amplía con 180.000 ha, llegando a constituir un total de 1.080,000 ha. 

En cambio, en 1995 se aprueba el Plan Uso de Suelo-PLUS (DS Nº 24124) y amparado en este se desafectan 211.632,55 hectáreas a favor en el norte del Municipio de Santa Rosa, quedando con una superficie total de 868.367,42 ha.

Según las autoridades municipales de la zona que involucrada al Choré, actualmente cerca de 50 sindicatos están asentados en la zona, cuyos grupos corporativos organizados en “centrales campesinas” y sindicatos se han adueñado del “inmenso pulmón verde”. 

“En mi jurisdicción municipal en toda esa llamada reserva, tengo asentada 10 comunidades agroforestales y unas 600 familias desde hace más de 15 años», argumentó Guzmán, alcalde de Santa Rosa.

En el caso de Yapacaní hay ocho centrales campesinas cada una de ellas alberga al menos un promedio de cinco sindicatos. En tanto el  municipio de San Juan, colonia japonesa, tiene cuatro sindicatos campesinos y una de ellas de reciente creación. «Tenemos unos cuatro sindicatos asentados en la zona de El Choré. De ellas tenemos un sindicato nuevo, incluso hay mucha pelea con otro sindicato de a lado, ambos se acusan que son narcotraficantes», precisó P.P, representante de la Unidad Forestal ante el Comité del citado municipio. 

Según la gobernación
Una gran riqueza que hacen tan particular a El Choré

 

Ambiental. De manera persistente la Secretaría de Medio Ambiente de la Gobernación de Santa Cruz, destaca que El Choré es un banco de diversidad biológica, primer eslabón del ciclo del agua y reserva de recursos forestales; actúa como una muralla verde de protección ambiental para evitar que se vuelvan desiertas  las áreas productivas de la ciudad de Santa Cruz. Forma un ecosistema valioso, garantiza condiciones adecuadas para la vida y la producción; cumple como mitigador de cambios climáticos, ecoturismo, fuentes de biodiversidad y regulador de lluvias.

Económica. Si se aprovechan los recursos del bosque de manera integral y sostenible, la cadena productiva forestal y de biodiversidad tienen un valor mucho mayor. Proporcionan múltiples recursos complementarios a la subsistencia  diaria de familias.

Social. El avasallamiento a los indígenas Yuras y Mojeños, no solo que pone en riesgo la existencia de estas comunidades aborígenes; además ha puesto en riesgo la seguridad alimentaria, dado que se establece que el 50 y 60% de los  productos agropecuarios de mayor consumo del país, son generados en la región del norte del departamento.
 
Importancia. Es el principal proveedor de servicios ambientales y es el primer eslabón del ciclo del agua. Su vocación es de producción forestal permanente y no es apta para la agricultura. 

Mayor potencial de producción de (volumen) madera del país (18.69 m3/ha). 

Regula el clima y régimen de las lluvias, alimenta los ríos y lagos subterráneos.

Documento
Consideraciones para legalizar a los asentados

 

Proyecto.  El nuevo proyecto de Decreto todavía en proceso de debate entre los asentados, los municipios, la ABT y el Gobierno, tiene por objeto generar pactos sociales para que los actores socioeconómicos puedan reorientar sus actividades bajo la figura de “uso sustentable de las reservas” no solo de El Choré, sino de todas las existentes en el país.

Borrador. La propuesta que se viene trabajando señala en partes salientes, al que tuvo acceso El Día, cita en su disposición transitoria que las fuentes de financiamiento para dicha implementación se incluyen: el Tesoro General, cooperación internacional, aportes concurrentes de las Entidades Territoriales Autónomas (ETAs) y otros recursos canalizados.

Participación.  Otra disposición transitoria, revela que tanto las entidades del nivel central, subnacional y nivel local y otras organizaciones públicas y privadas, que implementen proyectos de desarrollo integral sostenible en áreas de Reservas deberán  orientar sus objetivos.

Prohibición. Otra cláusula del borrador de Decreto, señala que todo asentamiento y ocupación posterior a la vigencia de la norma aún en proyecto, no será objeto de registro de asentamiento por autoridad competente.

«En realidad ya no hay bosque en El Choré, la tala fue indiscriminada. Las empresas madereras han contribuido también a la deforestación. Ahora el Estado quiere cambiar esta situación»'.

Vicente Flores
Alcalde del Gobierno Municipal de Yapacaní

Punto de vista

Natalia Araujo
Directora de Ciencias Fund. Natura

«El Choré posee los árboles maderables  más grandes'

“Los bosques en general cumplen una función clave en la generación de oxígeno para el planeta, mientras más grande es la superficie de bosque, tenemos mayores oportunidades de contar con aire puro. 

Si hacemos una analogía entre el rol de los bosques y el rol de los pulmones en el cuerpo humano, vemos que los pulmones son el órgano elemental para realizar el proceso de respiración de nuestro cuerpo y con ello permitir que ingrese oxígeno a todo el sistema del organismo. Entonces, los bosques son los que permiten la respiración del planeta, es decir generan oxígeno, para que todos los seres vivos podamos respirar y con ello vivir.

La Reserva Forestal El Choré fue declarada como una reserva. Cada hectárea de bosque que se pierde es como si fuera el colapso de un alveolo de nuestros pulmones.

Esta reserva forestal, además tiene un rol importante en la regulación del ciclo hidrológico, que particularmente beneficia a la provisión de agua y a la prevención de inundaciones de todo el norte integrado del departamento de Santa Cruz. También, se constituye en una de las reservas de árboles maderables más importantes en el ámbito nacional.

En este sentido, cuando hablamos de El Choré no solo pensamos en que es un gran “pulmón verde”, sino también una gran fuente de vida: agua, aire, madera y otros recursos de la biodiversidad”.

 

Fuente: eldia.com.bo