De discapacitados y libretas militares

Agustin-EchalarAgustín Echalar AscarrunzLas escenas generadas a partir de la represión a la marcha de los minusválidos, la plaza principal del país convertida en una fortaleza, la «rociada» de agentes químicos y el rechazo a dialogar con los marchistas, han deteriorado enormemente la imagen del Gobierno. Es difícil encontrar en el mundo entero una situación que se asemeje.De lo que está sucediendo podemos llegar a muy claras conclusiones. En primer lugar, el país no está en la gran bonanza de la que se jactan los del Gobierno, el dinero requerido para satisfacer la demanda de, sin duda, el sector más necesitado del país, simplemente no existe. Ahora bien, no existe porque el excedente que sí existe ha sido utilizado de una manera extremadamente irresponsable a partir de bonos universales, que terminan beneficiando a quien no necesita un apoyo del Estado bajo ninguna circunstancia y porque se han hecho gastos suntuarios que, como se ve, no sólo son un despilfarro, sino una verdadera vergüenza y, de alguna manera, un delito contra los desatendidos de la sociedad.Se ha puesto en evidencia también, una vez más, el carácter autoritario, sordo e indolente del gobierno de Evo Morales. Pero hay algo más: ellos andan diciendo que esto es una conspiración que es fomentada por las alcaldías gobernadas por la oposición. Al respecto, se puede seguir los siguientes razonamientos.Para empezar, recordando viejos refranes, como el de «el ladrón cree que todos son de su condición”, en realidad los masistas están achacando a sus adversarios sus propios modus operandi del pasado.  Por el otro lado, es posible que haya un apoyo de la oposición, pero ahí está la maravilla de la democracia, que hace que aún fines mezquinos se alíen para lograr un bien social. Y es que nadie en su sano juicio puede negar el abandono de parte del Estado en el que viven las personas con deficiencias físicas o mentales.Paralelamente, en esta semana ha surgido un escándalo respecto a una supuesta Libreta Militar falsificada de un senador del Estado. Esto pareciera ser un corolario a las denuncias de la irregular Libreta Militar del ciudadano  Álvaro García  Linera. Aunque  la gente tiene que ser extremadamente rigurosa en el uso de su documentación, la Libreta de Servicio Militar es un documento indigno que sólo legaliza la abyección, precisamente porque el Servicio Militar es un ejercicio inútil y degradante que debió haber sido abolido hace décadas.Ahora bien, si consideramos estos dos temas tan candentes de la semana, tal vez podríamos avanzar en algo como sociedad. Un bono de 500 bolivianos mensuales, para las personas con incapacidades permanentes no es mucho más que un paliativo. No se puede estar en contra del mismo, pero creo que lo que más necesitan las personas con dificultades de ese tipo y sus familiares es una mano, alguien que cuide a la persona algunas horas al día o durante todo el día. Alguien que ayude a bañarse a quien no puede hacerlo solo, alguien que le lea un libro a quien no puede ver y varios etcéteras. Y ¿sabe usted estimado lector? Eso, con un poco de voluntad política, con un poco de compasión, con un poco de sentido común y un poco de imaginación, se podría lograr con relativa facilidad.A lo que me refiero es a transformar ese denigrante Servicio Militar Obligatorio, que   sin lugar a dudas es la peor escuela de machismo y de la mezquindad, en un año de servicio civil para todos los jóvenes, sin discriminación de género. Que éstos se dediquen a ayudar a quienes lo necesitan, a los viejos, a los minusválidos, a los enfermos.Algo así sería un verdadero proceso de cambio y daría una esperanza a nuestra sociedad. Estoy seguro de que los jóvenes confrontados a las necesidades del prójimo y a la oportunidad de poder ayudar en algo tan importante, terminarían el año con mayor madurez y mayor compasión. Esta es una buena coyuntura para iniciar una política de esta naturaleza, ¿lo harán los sordos de alma que nos gobiernan?Página Siete – La Paz