Su candidato Gary Johnson, exgobernador de New Mexico, podría captar los votos del rechazo hacia Donald Trump y Hillary Clinton e incluso podría hacer que no llegaran al número mágico (270 electores) para lograr la presidencia, lo que dejaría la elección del presidente en manos del Congreso.Laura RiveraLas primarias de los dos partidos mayoritarios de Estados Unidos ya están anticipando que el escenario de las próximas elecciones presidenciales será totalmente diferente al que se ha visto en la historia reciente del país, y podría ser la oportunidad para que un tercer partido tome fuerza y protagonismo.El bloque libertario, que ha elegido a su fórmula de gobierno y ha optado por dos exgobernadores con amplia experiencia política, se plantea como la nueva opción ante los altos índices de impopularidad que registran los posibles candidatos del partido demócrata y el republicano.La nueva papeleta del Partido Libertario está encabezada por Gary Johnson, quien gobernó por dos términos el estado de New Mexico como republicano, de 1995 a 2003, y por William Weld, el muy popular exgobernador de Massachusetts, también como republicano, de 1991 a 1997.Johnson, de 63 años, fue también candidato en las elecciones de 2012 en las que consiguió el 1% de los sufragios, la primera vez que esta formación registraba más de un millón de votos. Cuenta hoy con un 10% de intención de voto, según una encuesta publicada esta semana por Morning Consult, y si llegara al 15% tendría derecho a participar en los debates presidenciales que suelen ser cosa de dos: republicanos y demócratas.“Por primera vez en la historia contemporánea de nuestra política existe una gran oportunidad para ofrecerle al pueblo una opción diferente en las elecciones presidenciales”, dijo uno de los delegados nacionales del partido libertario, Ricardo José Rodríguez, a DIARIO LAS AMÉRICAS.La entrada de este tercer partido en las presidenciales podría restar apoyos a Hillary Clinton y Donald Trump, e incluso podría hacer que no llegaran al número mágico (270 electores) para lograr la presidencia, lo que dejaría la elección del presidente en manos del Congreso.La fusión libertaria“Los pilares de nuestro partido son, por un lado, menos gobierno y más libertad, lo que quiere decir que buscamos una política fiscal conservadora que acabe con el enorme gasto público que tenemos y la deuda nacional, y por el otro, las libertades civiles como prioridad política, lo que significa que el gobierno no debe dictar o interponerse en los asuntos personales de los individuos”, explicó el delegado que representó a la Florida.Johnson, en este sentido, dice que la mayoría de los estadounidenses son libertarios porque son fiscalmente conservadores y socialmente tolerantes sobre las ideas y conductas de otros, señaló Rodríguez.“Esta fusión política, de tolerancia social y sabiduría económica, que son valores tradicionales de los dos partidos mayoritarios, resultó una buena fórmula para Johnson y Weld, ya que aunque eran republicanos lograron ser gobernadores populares de dos estados azules, o sea demócratas”, indicó el delegado libertario.PlataformaLa propuesta libertaria para estas elecciones se centrará, según detalló Rodríguez, en la búsqueda de un papel mínimo del gobierno federal, el respeto a ultranza de las libertades individuales, en dar la opción a elegir en temas como el aborto o la legalización de la marihuana, en el principio de antiguerra, antiimperialismo, anticorporativismo y libre mercado (capitalismo libre sin intervención y subsidios del gobierno), y en buscar menos regulaciones e impuestos.Este discurso podría captar votos en la izquierda que representa el senador Bernie Sanders, el rival de Hillary Clinton, que aboga por el fin de la política de las élites y de las millonarias donaciones. Además, Johnson y Weld buscan atraer a los republicanos que están en contra de Donald Trump y a los demócratas que no quieren a Clinton.Diario Las Américas – Miami