Hemos tenido que esperar un par de meses para conocer si finalmente todos los fondos empleados en el desarrollo y lanzamiento de LISA Pathfinder habían sido bien invertido o verdaderamente, a día de hoy, tal y como muchas fuentes confirmaban, el ser humano todavía no había desarrollado tecnología suficiente para poder detectar las ondas gravitacionales. Afortunadamente y desde la ESA han comentado que la sonda funciona perfectamente y con ella se abre un nuevo mundo con capacidad real para que el ser humano comprenda el Universo.
Ahora bien, con esto no significa que esté todo el trabajo hecho, más bien lo contrario ya que LISA Pathfinder no es más que una prueba de la ESA, Agencia Espacial Europea, para conocer si las tecnologías empleadas servían o había que volver a la mesa de trabajo. Después de todos estos meses de espera, LISA Pathfinder partió hacia su destino situado a un millón y medio de kilómetros de la Tierra el día 2 de diciembre de 2015, finalmente y tras comenzar las pruebas el día 1 de marzo de 2016, parece ser que la tecnología desarrollada es viable y se puede dar un nuevo paso en la creación de ese prometido y enorme observatorio dedicado a la astronomía gravitacional.
Entrando un poco más en detalle, para conseguir esto se deberán fabricar otros dos satélites que trabajen conjuntamente con LISA Pathfinder de forma que, a pesar de estar situados muy lejos entre sí, sean capaces de captar conjuntamente variaciones de longitud de onda de apenas unas décimas del tamaño de un átomo. Gracias a esto se podrá estudiar los agujeros negros, las supernovas e incluso conocer lo que pasó en los primeros momentos tras el Big Bang.
Gracias al éxito de esta misión y a conseguir probar que tenemos la tecnología necesaria para “escuchar” al Universo podemos decir que se da el pistoletazo de salida a la verdadera misión LISA y con ella, según los verdaderos expertos en la materia, se amplía enormemente nuestra capacidad para entender el Universo.
Fuente: actualidadgadget.com