Unidos Podemos de las JONS

Alberto-Garzon-Iglesias-Mirador-Madrid_EDIIMA20160509_0696_5Antonio José ChinchetruA estas alturas nadie puede negar que Podemos es la fuerza política española que mejor domina la propaganda. Y lo hace hasta extremos que superan con mucho los análisis más habituales. Uno de sus mayores éxitos en materia de comunicación ha sido en que sean pocos los que se paran a analizar unas de las fuentes ideológicas de este partido. Casi todos los críticos con la formación de Pablo Iglesias inciden en la naturaleza comunista (que debería resultar más evidente tras coaligarse con IU para crear Unidos Podemos) de este partido, y no se equivocan. Pero tampoco aciertan del todo.Podemos es comunista, con una cúpula trotskista o cercana a estos posicionamientos, pero al mismo tiempo tiene en su ideología y en su discurso importantes elementos de extrema derecha. A pesar de que esté aliado con fuerzas independentistas, el partido morado cada vez insiste más en su “patriotismo” español. Aunque en las últimas semanas ha aumentado esta línea propagandística de Unidos Podemos, no se trata de un discurso nuevo por parte de sus dirigentes. Desde que pegara el salto de las tertulias televisivas a la política en las elecciones europeas, Pablo Iglesias no ha perdido oportunidad alguna de presentarse a sí mismo como “un patriota”.Desde el primer momento ha expresado ideas sobre como que  su patriotismo “no es dejar el país en manos de multinacionales extranjeras” y otras similares. Es cierto que este tipo de expresiones pueden gustar a los izquierdistas clásicos, pero sobre todo son mensajes muy del gusto de la extrema derecha. En el mismo sentido, y más de una vez, Iglesias ha presumido de que algún militar se le ha acercado para decirle que comparte su patriotismo. Y si algo gusta a un fascista es, precisamente, pensar que comparte la idea de patria de un militar (sin pararse a pensar cuál es esta en realidad).“Si las derechas (donde todos esos privilegios militan) tuvieran un verdadero sentido de la solidaridad nacional, a estas horas ya estarían compartiendo, mediante el sacrificio de sus ventajas materiales, la dura vida de todo el pueblo. Entonces sí que tendrían autoridad moral para erigirse en defensores de los grandes valores espirituales. Pero mientras defiendan con uñas y dientes el interés de clase, su patriotismo sonará a palabrería”. Estas frases podría haberlas pronunciado un Pablo Iglesias que acusa, de forma habitual, al PP de “patriotismo de boquilla” y de estar alejado de las necesidades “de la gente” o “del pueblo”. Pero no, las escribió en noviembre de 1934 José Antonio Primo de Rivera, el fundador de Falange Española (a la que fusionaría con las JONS de Ramiro Ledesma Ramos).El “patriotismo” de Podemos, como el de ultraderecha, es de corte claramente contrario a la libertad económica, a la que acusa de la existencia de numerosos pobres. Es normal que sus dirigentes digan o escriban cosas como esta: “La riqueza tiene como primer destino –y así lo afirmará nuestro estado– mejorar las condiciones de vida de cuantos integran al pueblo”. En realidad, esta frase no es de Iglesias o algún compañero suyo. Pertenece al programa electoral de FE de las JONS en 1934.Esta confluencia de ultraizquierda y ultraderecha no es tampoco nueva. La encontramos también en el socialismo del Siglo XXI iberoamericano, en especial en el chavismo venezolano. Uno de los primeros, y más importantes, asesores de Hugo Chávez fue el siniestro Norberto Ceresole. Se trata del más destacado negacionista del Holocausto en habla castellana (además de colaborador del “carapintada” argentino Aldo Rico y del neofascista español Movimiento Social Republicano). Fascismo (o neofascismo) y comunismo se dan la mano en la Venezuela “bolivariana”, como se la dan en el español Podemos.Sin embargo, a ambos lados del Atlántico han conseguido que casi nadie hable del neofascismo del Socialismo del Siglo XXI. En un país como España resulta mucho más dañino ser relacionado con la ultraderecha que con la ultraizquierda, y los líderes de Podemos lo saben. No les gusta que se recuerde que son comunistas, pero ese es su gran éxito. Mientras toda la atención se centre en su relación con la hoz y el martillo, nadie se fijará en la que tienen con el yugo y las flechas y símbolos similares. Debería recordarse con mayor frecuencia que su coalición electoral podría llamarse Unidos Podemos de las JONS. Ese mensaje, además de ser verdadero, es el que más les daña.Instituto Juan de Mariana