El sol, la luna y yo



Ahora ya nadie cree (por si antes lo creía), que la salida del sol o el brillo de la luna dependan de la voluntad de humana o, más aún, de los designios de un solo hombre. Afortunadamente los astros no se han vuelto populistas y la naturaleza es el precisamente el mejor ejemplo de la democracia, pues siempre está disponible para todos y si falta. Se pensó que las predicciones apocalípticas que surgieron antes del fatídico 21 de Febrero eran producto del exceso de adulación que marca la conducta funcionaria del “proceso de cambio”, pero eso cae en la duda cuando se escucha al presidente afirmar en tono preocupado “qué será de Bolivia sin mí”. Nuestro país está próximo a cumplir 200 años de vida independiente y su destino viene marcado por siglos de historia precolombina, conquista y coloniaje. En todo este lapso hubo grandes personajes, como Melgarejo o como Bolívar, aunque la balanza, lamentablemente, se inclina para el lado de los que se creyeron el sol de la tierra y solo dejaron calamidad. La historia lo dirá.

Fuente: eldia.com.bo