Dos resoluciones de la Autoridad de Fiscalización en Pensiones y Seguros, antes de la compra de Ametex por parte de Enatex, avalaron el castigo de deuda.
Página Siete/ La Paz
Poco más de 18,5 millones de dólares de deudas incobrables, correspondientes a Ametex, fueron castigados y eliminados de la cartera de inversiones y cuentas por cobrar de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), revela un análisis del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA).
Esta situación afectará a los dividendos del fondo de jubilaciones, advierte Carlos Arze, investigador del CEDLA en una investigación plasmada en el documento «Administración del ahorro previsional, Ganancias empresariales vs pérdidas laborales, publicado hace poco.
El análisis refiere que la Resolución Administrativa APS/No 309-2014 del 17 de abril de 2014 dispuso que las AFP procedan con el «castigo de los excesos de inversión involuntarios correspondientes a las emisiones de Bonos Ametex II, su contabilización en una cuenta de castigo y su retiro de la cartera de inversiones, en un plazo de 44 semanas (a una emisión por semana) a partir del 9 de mayo de 2014.
La instrucción fue realizada con base en los antecedentes de cancelación de la cotización de los bonos de Ametex por la Bolsa Boliviana de Valores (BBV); cancelación definitiva de su inscripción como emisor de valores por la ASFI y por la crítica situación financiera de la firma textil.
Las AFP pidieron aclaraciones, complementaciones y enmiendas a esa resolución por lo cual la ASP emitió la Resolución Administrativa APS/No331-2014 de 7 de mayo de 2014.
En la misma ratifica el tenor de la anterior resolución, añadiendo como objeto de castigo -además de los excesos de inversión- a los «valores pendientes de cobro que corresponden a los intereses no percibidos.
Además, elimina la obligación del Directorio de las AFP de aprobar los informes relativos a los castigos y la adjudica al Comité de Inversiones AD-Hoc de las mismas, señala la investigación de Arze.
«De esa manera, poco más de 18,5 millones de dólares de deudas incobrables, correspondientes a la quebrada Ametex, fueron castigados y eliminados de la Cartera de Inversiones y de las cuentas por cobrar de las AFP, afectando a los dividendos de los fondos de pensiones, precisa.
Según Arze, la única acción estatal fue recomendar que se hagan las gestiones necesarias para recuperar la deuda.
Esto porque el castigo no implicaría la condonación de las obligaciones, ni la renuncia, afectación o extinción de los derechos de cobro de las AFP en procesos de liquidación forzosa o voluntaria.
Lo llamativo, de acuerdo con el investigador, es que todo el proceso de castigo, basado en normas emitidas por entidades gubernamentales, se llevó a cabo poco antes de realizarse la oferta de Enatex para la compra de los activos de Ametex, el 12 de junio de 2014.
Eso facilitó la transacción de compra-venta (7 de octubre de 2014), toda vez que la deuda de la que los activos productivos constituían garantía ya había empezado a ser castigada por la resolución de la APS, agrega Arze en su investigación.
La emisión de bonos
En septiembre de 2001, Ametex emitió bonos estructurados en cinco series -de la A a la E- por un valor de 20 millones de dólares y con tasas de interés de entre 9,75% y 11%.
Los vencimientos comprometidos se fijaron para agosto de 2004 y agosto de 2007.
Empero, en febrero de 2004, el grupo textil no pudo honrar el pago de intereses de los bonos de las cinco series que sumaban 1.043.750 dólares, lo que mostraba la gravedad del caso, anota Arze en su análisis.
Ametex, tras los atentados a las torres gemelas de Nueva York en 2000 y la crisis en Estados Unidos, la apertura de ese mercado a países centroamericanos y las modificaciones cambiarias en Brasil y Argentina, comenzó a enfrentar problemas.
La eliminación de las preferencias arancelarias (ATPDEA) en el mercado estadounidense agravó sus dificultades.
En noviembre de 2004, la Junta de Accionistas autorizó al presidente de la empresa, Marcos Iberkleid, a solicitar a las autoridades pertinentes la autorización para acogerse al Programa de Reestructuración Voluntaria de Empresas dispuesto por la Ley 2495, lo cual se admite en diciembre.
Este proceso demoró alrededor de 16 meses y en marzo de 2006 el proyecto de acuerdo fue aprobado y la homologación del mismo por la Superintendencia se llevó a cabo en julio de 2006.
En octubre de ese año la Junta Extraordinaria de Accionistas aprobó el Programa de Emisión de Bonos, el mismo que fue registrado por la BBV recién en marzo de 2007 bajo el denominativo de Bonos Ametex II.
Esta colocación estaba destinada a la renovación de los compromisos financieros de Ametex con parte de sus acreedores.
La empresa no recibía dinero en efectivo por estos valores, sino que los intercambiaba con los bonos de 2001 o los compensaba con los cupones vencidos de la emisión realizada en 2001.
A marzo de 2007, el monto vigente y otras obligaciones vencidas de los bonos de 2001 alcanzaba a 15,7 millones de dólares y los pagarés no bursátiles en favor de empresas y personas naturales a 12,2 millones de dólares, además, los intereses no pagados sumaban 7.2 millones de dólares, señala el análisis del CEDLA.
En junio de 2012 el Gobierno creó Enatex y se comprometió a alquilar las plantas de Ametex por un valor de 45.000 dólares mensuales, que según la Junta de Acreedores equivalía al valor de los intereses de las deudas financieras.
Este arrendamiento se extendió por 18 meses, y en octubre de 2014 se realizó la compra definitiva de los activos por parte de Enatex en 15 millones de dólares que sólo alcanzaron para cubrir la deuda con trabajadores.
En enero de 2013, se había firmado un Acuerdo de Transacción Definitivo para la Liquidación Voluntaria de Ametex entre los accionistas, acreedores y el Síndico Liquidador debido a la situación insostenible de la firma y porque había incumplido desde marzo con el pago de los vencimientos de capital e intereses de los bonos bursátiles.
Bonadona: Deuda no se podrá recuperar
El analista en pensiones Alberto Bonadona opinó que los 18,5 millones de dólares, que fueron castigados y eliminados de las cuentas por cobrar de las AFP, se perdieron y no se podrán recuperar.
«En realidad los fondos de pensiones han perdido esa cantidad de dinero de los bonos que compraron y que al final nadie les va a devolver, porque si bien ellos deberían ser acreedores privilegiados, en realidad el Gobierno o el Estado los marginó del proceso, precisó el experto.
Según Bonadona, si bien en forma individual los aportantes a los fondos de pensiones no sentirán el efecto, son 18,5 millones de dólares menos en la cartera de inversiones efectuadas por las AFP.
«No se va recuperar porque las AFP han sido marginadas. Además, con Ametex ya existía dificultades para la recuperación. Las AFP deberían ser acreedores privilegiados, insistió el experto.
Las AFP recaudan y administran el dinero que cada trabajador ahorra para su jubilación. Los recursos deben ser invertidos buscando siempre la máxima rentabilidad.
Fuente: paginasiete.bo