El uso del mercurio puede ser mortífero para El Bala

La población en mayor riesgo serían los hijos de las mujeres que consumen grandes cantidades de peces y fauna acuática en la zona



El mercurio vertido por la intensa actividad aurífera en el norte de La Paz, en el área de la cuenca alta superior que desemboca en el rio Beni, constituye una amenaza letal del proyecto hidroeléctrico que el gobierno de Bolivia viene desarrollando -a través de ENDE y la italiana GEODATA- en los angostos del Chepete y el Bala.



Esa es la conclusión más impactante del estudio La Amenaza del Mercurio, el proyecto hidroeléctrico del MAS en el Chepete y El Bala realizado por el sociólogo/antropólogo Ricardo Calla Ortega y que se está presentando en La Paz el 14 de marzo y en Santa Cruz el 15 de este mes.

El estudio, apoyado y publicado por la Fundación Pazos Kanki dirigida por Diego Ayo, alerta y documenta sobre los graves riesgos que implica levantar la megarepresa del Chepete y la gran represa «de paso» del Bala en el área donde la explotación aurífera cooperativista, barranquillera, empresarial privada, mixta y estatal es la más intensa de toda Bolivia.

La central hidroeléctrica Chepete será accionada con las aguas del río Beni contenidas y embalsadas por una megarepresa a construirse en el angosto del Chepete, un paso estrecho por el que fluye la corriente de dicho río, ubicado al este de Apolo, en el norte de La Paz.

La otra central hidroeléctrica a levantarse está ubicada en el Angosto de El Bala también en el cauce del río Beni, en plena frontera entre Rurrenabaque, en La Paz, y San Buenaventura, en Beni.

Los dos estrechos se ubican en el piedemonte amazónico en la cuenca alta inferior y de transición del rio Beni hacia los llanos del río Beni. Ambos dos estrechos son paso obligado de las aguas de los distintos ríos que conforman la cuenca aluvial de oro de las zonas de Tipuani, Guanay y Mapiri, el área más intensamente explotada por la minería aurífera en el país.

De acuerdo a la información recabada por Calla como parte de una minuciosa investigación documental, el mercurio es el elemento de mayor impacto en el área por su empleo para la separación del oro de los otros minerales. Cuando se derrama en el agua -lo que es frecuente en la región aurífera en el norte de La Paz- puede convertirse en metilmercurio, a través de un proceso de transformaciones que se potencia peligrosamente en las aguas profundas de las lagunas naturales y los embalses creados artificialmente.

Según los estudiosos consultados por Calla, el metilmercurio es la forma más tóxica en la que se presenta el mercurio, ya que afecta el sistema inmunológico y daña el sistema nervioso. La población en mayor riesgo son los hijos de las mujeres que consumen grandes cantidades de peces y fauna acuática o ribereña que portan este compuesto. Se pueden presentar daños permanentes en cerebro y riñones e incluso llega a provocar la muerte, particularmente de los bebés aún no nacidos o recién nacidos.

Para Calla, emplazar el megaproyecto hidroeléctrico del MAS en el Chepete y el Bala «amenaza con hacer surgir en la cuenca alta del rio Beni dos gigantes embalses que terminarán convertidos en unos descomunales lagos artificiales envenenados de mercurio, sometiendo a la población del norte de La Paz y del Beni, pero también a la de la ciudades de La Paz y Oruro -donde hoy se consumen diversos pescados provenientes del rio Beni y sus distintas cuencas- a inadmisibles y muy peligrosos riesgos para su salud».

El megaproyecto hidroeléctrico en el Chepete y el Bala del actual gobierno de Bolivia, alerta el investigador, significará generar «un inmenso lago artificial de unas 60 mil hectáreas con las aguas contenidas por la megarepresa del Chepete y un otro igualmente enorme lago artificial en el Bala de cerca de 6 mil 500 hectáreas, ambos altamente contaminados por el mercurio… y con un potencial letal de generación de una fauna infestada de metilmercurio». Con su megaproyecto hidroeléctrico en el piedemonte amazónico, el gobernante MAS está amenazando -con riesgos de muerte y severas enfermedades- la vida y la salud de muchos bolivianos, señala Calla.

Paralelamente, el estudio publicado por la Fundación Pazos Kanki documenta que la megahidroeléctricas del Chepete y el Bala no generarán -como argumentan algunas autoridades del gobernante MAS- «electricidad limpia» en Bolivia para sustituir la muy contaminante electricidad producida a través de la quema de gas de las termoeléctricas del país. Más bien, sostiene Calla, la electricidad producida en el Chepete y el Bala será una «electricidad sucia» mucho más contaminante que la de las termoeléctricas del actual Sistema Interconectado Nacional ya que generarán descomunales descargas hacia la atmósfera de gases invernadero como el dióxido de carbono, el metano y el óxido nitroso.

«Envenenamiento con metilmercurio», «electricidad sucia», «desforestación radical», alteraciones del ciclo hidrológico y biológico» son algunos de los peligros del megaproyecto hidroeléctrico del MAS en el Chepete y el Bala advertidos por Calla, quién plantea que ese megaproyecto debe ser cancelado por el gobierno de Bolivia «a como de lugar».

Fuente: eldia.com.bo