La “anomia autoritaria” de Evo Morales

El régimen evista debe ser una paradoja de las ciencias políticas a nivel mundial. Por una parte, muestra la misma tendencia autoritaria de todos los gobiernos de la ALBA, pero al mismo tiempo exhibe un carácter casi de Estado fallido, o cuando menos de anomia con una legalidad flexible entregada a las presiones de los grupos corporativos.Esto ha quedado en evidencia varias veces, con la llamada “ruptura de la cadena de mando” en diversas crisis, y el ejemplo más reciente sería el acuerdo salarial con la Central Obrera Boliviana, donde el régimen se muestra como un simple resorte de unas decisiones tomadas en otras instancias, abriendo el paraguas de antemano por las posibles consecuencias nefastas de la medida sobre el empleo.Por supuesto, hay mucho de lavado de manos a la Pilatos en esta política, incluyendo la consabida apelación a “las bases” sobre la cual el caudillo cocalero ha cimentado su carrera hacia la jefatura del Estado Plurinacional. Parecería que en la microfísica del poder masista existiera un orden difuso o una constelación de “jefazos”, aunque el resultado sea siempre el mismo: el atropello de los derechos ciudadanos…[email protected]