¿Fiesta o más trabajo? Día de la Madre, una jornada estresante para las agasajadas

Las mamás de Bolivia, además de buscar trajes de danzas típicas, deben preparar un plato de comida. “El regalo perfecto es descansar un día” , dijo un madre entrevistada.

Día de la Madre, una jornada estresante para las agasajadas

Día de la Madre, una jornada estresante para las agasajadas Una mamá mide la ropa a su hija para el agasajo de hoy. Álvaro Valero / Página Siete.Página Siete / Wendy Pinto  / La PazPor el Día de la Madre boliviana se desarrollan diferentes actividades en las unidades educativas para agasajar a las progenitoras. Sin embargo, toda la responsabilidad para celebrarlas recae en ellas mismas, porque deben cocinar un plato especial para compartir con sus hijos, tienen que alquilar ropa folklórica si hay baile en la hora cívica o  bordar trajes si hubiera teatro. Ellas consideran este día  como «el día más estresante”.»Hay que venir a fletar la ropa, medirles, después tengo que alistarlos a los  cinco que están en diferentes colegios, tengo que cocinar para el curso de mi hija porque es delegada, luego hay que ir a la hora cívica, servirles el plato de comida a todos, la verdad es todo un afán, mucho estrés. No voy a descansar, pero me siento feliz de poder pasar esos momentos con mis hijos”, afirma doña Paola Rodríguez.Ella se encontraba en la tradicional calle Los Andes, sitio donde se alquilan trajes de danzas típicas, junto a otra mamá para recoger las ropa de Tobas de sus hijos para la hora cívica de hoy.En otra galería, Marina Quispe recibía sombreros de cholitas y botas de caporal en un saquillo de yute bajo una lista de «recibido”. Su hijo Fidel, quien está en quinto de primaria del colegio Copacabana, bailará hoy.»Es mucho estrés, es un afán caminar por todas partes y buscar las cosas que faltan. Es incómodo, porque también tenemos obligaciones en la casa y en el trabajo, pero hay que venir, porque son pequeños”, dice la progenitora.Quispe reveló que el mejor regalo para ella sería no hacer nada un día entero.Al frente, entre coloridas capas y máscaras de diablito estaba la joven madre Olivia Rospigliosi, junto a su hijo Jorge de cuatro años, que está en prekinder del colegio Carlos Alisas. «Me siento emocionada, estresada y confundida, es el primer baile de mi hijo, ensayaron toda la semana”, dijo.No es lo único a lo que deben prestar atención, porque después de la hora cívica, ingresarán a sus respectivas aulas con sus hijos para degustar un plato de comida que Olivia y otras mamás prepararon. «Será chicharrón y quizá champaña”, contó.Más arriba, la señora Jakeline Quisberth pedía otra pollerita más colorida y  larga para su hija; la bordadora le ofreció una, pero era muy larga, luego le dio otra y encajaba perfectamente. «Mi hija bailará ch’uta hoy, y mis otros  tres hijos bailarán salaque y tinku y tonada potosina. Voy a devolver la ropa de ella y ese mismo día recogeré la ropa de los varones, es ir y venir sin descanso”, dijo con una sonrisa.Su hija Peiton está en segundo de primaria del colegio Pedro Domingo Murillo y sus tres hermanos en la unidad educativa de la FAB, ellos celebrarán mañana a su mamá. «El regalo perfecto para mí es descansar un día en la cama (se ríe)”, confesó.Todas las mamás caminaban con mucha prisa por esta y otras calles aledañas a zonas comerciales de la urbe para comprar lo que faltaba para la hora cívica en homenaje a ellas.Verónica Zapana, periodista de Página Siete, también pasará un día ajetreado porque además de trabajar también debe asistir al primer agasajo en el colegio de su hijo Ignacio (4), quien  está en  prekinder Verde del colegio San José  y bailará Rock and Roll en la hora cívica.  «Estoy emocionada, será la primera vez que vea a mi hijo bailar, también cantará. Lo escuché practicar: ‘mi mamá es una campeona’, me descubrió y me dijo que era una sorpresa”, manifestó.En contraste, doña Lucía Arce, una mamá diferente, confesó no haber pasado por ese día de estrés. «Nunca he sentido, porque no dejamos que mis hijos participen en esas actividades, aunque sinceramente, ahora que son mayores, me arrepiento”, contó.imagenimagen