En 11 años, el régimen de Evo Morales no ha encontrado un solo pozo petrolero o gasífero nuevo en Bolivia. De esta forma podría resumirse el contenido del estudio patrocinado por la Fundación Jubileo (Iglesia Católica) y titulado “YPFB: Entre reestructuraciones y debilidad institucional”, donde además se da cuenta de la falta de transparencia en la petrolera estatal y del crecimiento vegetativo de la burocracia.Teniendo en cuenta este informe, podemos concluir que los tardíos 5.300 millones de dólares de inversión en 12 contratos de exploración y explotación, impulsados desde el 2015 según el ministro de hidrocarburos Luis Alberto Sánchez, habrían caído en saco roto.Esto, en gran parte por la politización de las decisiones, como la que distrajo tiempo y recursos en una exploración inviable en el norte paceño, al parecer al influjo de las “ganas” presidenciales. En suma, el populismo es regular para repartir la riqueza construida por otros, pero muy malo a la hora de acumular nuevo capital… [email protected]