Juan Claudio Lechín En enero, la Asamblea Nacional (AN) vacó a Maduro por violaciones constitucionales. El dictador cerró la Asamblea y aumentó la represión, tortura de niños y asesinato del pueblo utilizando paramilitares y tropa cubana e iraní con uniforme de Guardia Nacional. Ante este genocidio, la Asamblea Nacional queda facultada para nombrar un gobierno de transición que además recorra el mundo impugnando la legitimidad del régimen y denunciando sus crímenes de lesa humanidad, narcotráfico y sumisión a una potencia extranjera (Cuba).Es tiempo, entonces, de sobreseer a todo culpable arrepentido del régimen y aumentar así sus fisuras internas. Absolver a Luisa Ortega Díaz, fiscal general. Se negó a participar en la mascarada Constituyente. Y a Tarek Willliam Saab, redimido por el pronunciamiento democrático de su hijo, Yibram. En el Táchira, policías se pasan al pueblo. En Caracas y en Bolívar, los barrios chavistas se pronuncian por la libertad y botan la gorra roja. Entre las nuevas formas de lucha, la estudiantil bomba molotov de caca (puputov) es más letal que los gases lacrimógenos y el “tractoraso” en Jiménez, Morán y Sanare bloquea las rutas con equipo pesado. Sigue la desobediencia civil masiva por doquier.En Miami, Lima y Madrid filman a opulentos “enchufados” y corruptos del régimen, los impugnan verbalmente. 350 mil millones de dólares tienen los chavistas en el exterior.El cerco internacional se cierra. Almagro (OEA) y el chavista Rafael Correa se pronuncian por elecciones libres en Venezuela, EE.UU. congela bienes a seis jueces del tribunal supremo y concejales de Quito declaran Persona non grata a Maduro que visitará Ecuador. Ya es tiempo de un gobierno de transición nombrado por la Asamblea Nacional.Perú 21