Carlos Federico Valverde Bravo Fiel a su pedante estilo de creer que sólo él sabe y que es la piedra filosofal de la política boliviana, se lo escuchó decir: “oigo a algunos trasnochados, ignorantes que acusan de dictadura el día de hoy”; no se equivoca si lo pensó: fue el Vicepresidente García, refiriéndose a opiniones diversas acerca de que Bolivia puede estar viviendo hoy, en dictadura.
García, que debe estar “desvelado, por cambiar pañales” (él no trasnocha, creo yo), tiene que entender que el mundo de hoy no gira en torno a su obstinada idea de que la dictadura se la hace sin “facebook” (quitándole a la gente el acceso a Redes Sociales) y con militares tomando las calles; parece que el leidísimo matemático y sociologo (o era al revés?) no tomó en cuenta que Hitler ganó elecciones y tenía parlamento, al igual que Mussolini y que la presencia de parlamento ya no es garantía per-se de democracia plena, porque cuando los Poderes del Estado, Independientes entre si, dejan de tener esa cualidad, la democracia moderna no funciona y que si la gente pierde sus libertades políticas, la democracia deja de ser tal, para convertirse en un remedo de ella misma. El cuartelazo ya no es “condición sine-qua-non” de la dictadura.
El Poder gubernamental boliviano corre tras de la idea “gramsciana” del “Estado Integral”; ya no están con el marxismo clásico que pretendía la desaparción del Estado. Ahora que están en el Poder, buscan imponer un Capitalismo de Estado, arrinconando a empresarios privados (las últimas medidas y leyes sobre la cuestión laboral e incluso el plan de empleo son una muestra) con el objetivo de debilitarlos hasta hacerlos desaparecer (sustituirlo por “los empresarios de ellos”) o cooptarlos. Lo visto hasta ahora simplemente muestra un capitalismo corrupto e ineficiente; por si acaso, esto ya lo hicieron Hitler y Mussolini y también en la actualidad lo hacen o han hecho, una serie de gobernantes neopopulistas, de manera que, personalmente difiero con la idea de que el Populismo de hoy tiene raices únicamente marxistas o de izquierda. (A lo visto me remito).
Hablando de neopopulistas, no olvidemos que en esa idea, el “líder popular” encara el Poder del Estado, mientras los intelectuales apegados al mismo elaboran “tesis” de dudosa justificación para “unificar el discurso”; como se dice siempre, un refrito de lo peor viejo que ya vimos
Le agrade o no a García, hay dictaduras del Siglo XXI que parecen democracias; estas tuvieron cambios de comportamiento, adecuando su acción al momento que vivían o viven. Por ejemplo, a Hugo Chávez Frías, apoyado por mayorías electorales, jamás se le hubiera ocurrido cerrar el parlamento y desconocer su propia CPE para imponer su idea y dictadura de nuevo cuño, cosa que si hizo Maduro; de eso se trata su convocatoria a una Asamblea Constituyente y la propuesta de un Estado Corporativo a la usanza de Mussolini y, porqué no, al propio MAS que en varias ocasiones ha sustituido la Institucionalidad republicana; amenazando, cuando no tenía mayorías, al parlamento por las turbas en la calle (Bartolinas, Cooperativistas, Interculturales, Cocaleros, etc) para lograr sus objetivos y, luego, para mantener sus conquistas.
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El Populismo masista o del Siglo XXI ha ido tomando un poco de cada uno de los pensadores que se arrimaron al totalitarismo, sin importarle de dónde vengan, así, del nazismo aplican esa lógica de amigo-enemigo (Schmidt) y la aplican para sustituir la “lucha de clases; acaso no es lo que vemos que pasa en Bolivia? Nada nuevo bajo el sol, digamos que simplemente se convirtieron a un pragmatismo que criticaron en otros, que nunca llegaron a esos niveles de reciclaje político.
En la Bolivia de Morales, el Parlamento de mayoría masista usó al Poder Judicial y al Poder Electoral para cambiar la CPE en función de sus intereses; se pretendió “cambiar por la vía del Referéndum” la CPE impulsada e impuesta por ellos, para hacer candidato nuevamente de Morales (21F) ¿Les salió mal? (voto mayoritario del NO). Eso no les interesa en lo institucional, aunque los desgarra en lo político, dado que perdieron la “elección que no debían perder”,pero, buscarán otras maneras de “revertir ese NO” en función a sus intereses; esos son elementos que configuran una tendencia claramente totalitaria y, aunque no se muestran abiertamente totalitarios, en en los hechos, sólo que se enmascaran en democracia porque así se “mueven mejor”.
Entonces, le agrade o no, al Vicepresidente, para pensar en dictaduras no hay que mirar los 70´s porque en el Siglo XXI hay dictaduras sin militares en el Poder y con facebook (para García, este parece ser un indicador de la democracia; en esa misma declaración aseguró que “en un régimen de facto los jóvenes no tendrían acceso a Facebook, a Twitter ni a WhatsApp”).
En Bolivia hace rato nos dimos cuenta de todo, sabemos que apenas llegaron al Gobierno, fueron tras del Poder y una vez se hicieron de él, buscan acabar la Institucionalidad democrática porque son conscientes que, con la misma institucionalidad, Morales deberá dejar el Gobierno al finalizar esta gestión.
De la gente, depende lo que sigue.