Misiles hacia el futuro

Humberto Vacaflor Ganam

Los misiles pueden servir para muchas cosas, para provocar una guerra mundial, como quiere el norcoreano Kim Jong-un, o para ganar elecciones en el futuro, como está haciendo Evo Morales.

Tienen algunos rasgos en común estos dos presidentes. El norcoreano tiene tres hijos y el boliviano no se sabe cuántos: es un tema que depende del resultado de los referendos. Una sofisticación de la democracia.



Los dos presidentes parecen tener el mismo peluquero. Pero el que peina al norcoreano tiene algún problema en el pulso, que debería tratarlo a tiempo.

En ese juego, el norcoreano lleva la ventaja, porque es el nieto de la dinastía comunista asiática (la occidental está en el Caribe), mientras que el boliviano está comenzando este trabajoso ejercicio de fundar una dinastía a partir de un partido que avanza hacia el objetivo de ser partido único.

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En lo que lleva ventaja el boliviano es que juega con unos misiles que no existen. Es casi un prestidigitador. Son misiles de ficción pero los maneja con maestría. Con el recuerdo de algunos misiles chinos, que ya no están en Bolivia, él quiere manipular elecciones que se harán dentro de dos años.

No necesita binoculares, como hace su obeso colega norcoreano para mirar el recorrido de los cohetes, porque los misiles están depositados en algún arsenal de cosas curiosas en Estados Unidos; no los puede ver pero se solaza jugando con ellos.

Como en un juego de palitroque, Morales lanza los imaginarios misiles contra sus rivales políticos, para quitarlos de en medio, para inhabilitarlos, a fin de que su carrera hacia la re-re-re sea en solitario, de la manito de su vice preferido e insustituible.Cuando estos regímenes han logrado imponer sus estilos, las elecciones no son necesarias. Los rivales están prohibidos de entrada, sin necesidad de usar misiles contra ellos. El pueblo está en el gobierno y no hace falta que vote. Ya votó. Sería tedioso consultar al pueblo más de una vez.El problema del presidente boliviano es que los misiles chinos apuntan a uno de sus aliados, un expresidente que vive en La Haya y que se sumó al proyecto del partido único. Son detalles que hay que cuidar.Fuente: Vacaflor.obolog.com