El presidente lamentó cómo son conducidos algunos centros de estudios superiores. Instó a que los centros tecnológicos del Estado no incurran en similares errores y idió a las autoridades educativas vean lo que está sucediendo.
El presidente Evo Morales, ayer, en la entrega de 2.171 computadoras portátiles Kua de la empresa estatal Quipus a estudiantes de quinto y sexto de secundaria del municipio de Montero, en Santa Cruz. Foto referencial: ABI«Centros de perversión», ese fue el calificativo que el presidente Evo Morales dio a las universidades públicas en el país. Lamentó el exceso de borrachera que exista en las casas de estudios superiores que acogen a miles de estudiantes.Durante un acto público por la inauguración del edificio del Ministerio de Educación, el jefe de Estado afirmó que «las universidades públicas son como un centro de perversión» e instó a que los centros tecnológicos que el Gobierno entrega no sigan el mismo camino.El primer mandatario sostuvo que habló con los rectores de esos espacios para llamarles la atención y contó que algunos padres le piden sugerencias sobre dónde llevar a estudiar a sus hijos, él les aconseja a las universidades públicas y los progenitores le dicen que no, porque «son centros de borrachera y de perversión».»No quisiera que nuestros institutos tecnológicos sean como esas universidades públicas, centros de perversión», agregó Morales y contó que el reclamo incluso llegó al titular de Educación, Roberto Aguilar. Instó a que las autoridades del área vean lo que está pasando.Evo resaltó la inversión que el Estado realiza en el ámbito educativo, pero afirmó que existen algunos errores con los que aún se tropieza, como la burocracia en los trámites. «Tenemos la responsabilidad de la liberación en la parte tecnológica«, enfatizó.La autoridad reprochó además la «mentalidad mezquina» de algunos opositores que rechazan que su administración tenga sus edificaciones, pero ratificó que se seguirá dotando a las dependencias estatales de infraestructuras en La Paz porque es la sede de Gobierno.EL DEBER / Jesús Reynaldo Alanoca Paco