Los beneméritos que combatieron a la guerrilla en Ñancahuazú asistirán a una misa en la basílica de San Francisco y no asistirán a los actos en Vallegrande.Militares bolivianos que lucharon contra la guerrilla de Ñancahuazú en 1967. InternetLos militares que combatieron contra la guerrilla de Ernesto Che Guevara rechazaron los actos de homenaje preparados por el Gobierno por los 50 años de la muerte del guerrilero en Vallegrande. Consideran que los honores organizados equivaldrían a rendir veneración a quien fue un enemigo de la patria.»Nosotros no asistiremos porque consideramos que esto es algo político. Cómo se puede concebir que rindan homenaje a ellos (los guerrilleros). El Estado boliviano, que representa al pueblo, tiene la obligación de homenajearnos a nosotros, que defendimos la patria, y a los 59 que dieron la vida”, manifestó ayer el presidente de la Confederación Nacional de Beneméritos de la Campaña Contraguerrillera de Ñancahuazú, suboficial Mario Moreira.Entre 1966 y 1967 las Fuerzas Armadas lucharon contra el Che, que llegó a Bolivia a instalar una guerrilla o lo que él llamó «un nuevo orden político”. Después de un año de combates y varias bajas de ambos bandos, el conflicto culminó con la captura y muerte del líder comunista.La semana pasada el viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales, Alfredo Rada, indicó que las FFAA asistirían a los actos de Vallegrande, ya que «su capitán general, que es el presidente Evo Morales, estará en el homenaje al Che”.Después, el ministro de Defensa, Reymi Ferreira, aclaró que la institución armada en sí no rendirá homenaje a Guevara, sino los excombatientes de Ñancahuazú, como una forma de «cerrar heridas”, tal cual se hace cada año con Paraguay después de la Guerra del Chaco.Militares bolivianos y paraguayos se encuentran todos los años para estrechar lazos de amistad por sobre la guerra que culminó en 1935, una de las más cruentas, promovida por intereses empresariales. Pero Moreira considera que esto es diferente y que no es posible rendir tributos a «un extranjero que causó luto y dolor a la familia boliviana. Si hubiera triunfado el Che, sería otra cosa nuestro país. Gracias a nosotros hay gobiernos legalmente constituidos”.El general Gary Prado, que en 1967 capturó al guerillero, escribió: «Capaz que cualquier día nuestro despistado mandatario sugiera construir un monumento a los invasores chilenos y el Alto Mando construya diligentemente una estatua al coronel Sotomayor, que invadió Antofagasta y mató a Abaroa. Pero a los jóvenes que ofrendaron sus vidas para defender Bolivia de una invasión armada extranjera debemos honrar y respetar siempre, no importa cuál sea nuestra ideología”.En vez de asistir a los actos en Vallegrande, donde se prevé el arribo de cientos de personas de distintos países, los excombatientes de Ñancahuazú planean realizar una misa en la Basílica de San Francisco el 6 de octubre a las 9:00.»Los excombatientes han sido aislados mucho tiempo de las actividades de las FFAA. Nosotros hablamos con activistas y comités cívicos para darles el reconocimiento que se merecen”, anunció el suboficial Édgar Morales, militar de reserva que impulsó la descolonización en la institución castrense.»Respetamos a nuestras autoridades y a las Fuerzas Armadas. Nos consideramos soldados de la patria, pero consideramos que merecemos respeto por lo que hicimos”, concluyó Moreira.Los antecedentesMuertos 58 militares y un can de las FFAA fallecieron en el combate contra el Che Guevara, cuyo grupo compuesto por 47 efectivos fue eliminado casi por completo. Sólo unos cuantos se salvaron de morir y lograron salir de Bolivia tras el deceso de su comandante.Sobrevivientes El suboficial Moreira estima que hay 800 militares que participaron en el combate a la guerrilla en Ñancahuazú que están aún con vida.Conflicto Las FFAA de Bolivia, bajo el gobierno del general René Barrientos, decidió hacer frente al movimiento subversivo penado por ley. El guerrillero, según libros de historia, estimaba que los campesinos bolivianos lo ayudarían en la lucha armada por lograr una, según dijo una «sociedad más justa”.Página Siete / Sergio Mendoza / La Paz