Tras los actos por el Che, en Vallegrande reavivan miedos por megaproyecto estatal

El alcalde demócrata Casto Romero cree que las localidades de la zona pueden verse obligadas a migrar. El concejal José Luis Sandoval relató que el presidente Evo Morales le pidió información de estas preocupaciones al munícipe vallegrandinoAutoridades y dirigentes de Vallegrande se organizan en contra del proyectoEn Vallegrande ronda el miedo a convertirse en un pueblo ‘fantasma’, de acuerdo con sus pobladores, dirigentes y autoridades, por el impacto ambiental que tendrá la hidroeléctrica Rositas y las restantes seis represas que componen el megaproyecto hidroeléctrico Río Grande en lo que respecta al microclima, la flora y fauna; y porque cercaría la provincia al bloquear sus rutas hacia comunidades del Chaco, con la previsión de afectar el destino turístico la Ruta del Che, el guerrillero que con su ejecución en 1967 hizo célebre al pueblo.En el cierre de los 50 años de la guerrilla del Che en Bolivia, el alcalde de Vallegrande, Casto Romero Peña, fue invitado por el presidente Evo Morales para sostener una reunión, para que le explique estas preocupaciones, tras la cual le pidió que haga llegar una carta formal para analizarlas. Por eso, hoy, el Comité de Defensa de Tierra y Territorio se reunirá en Tatarenda para tomar una determinación, según informó el concejal y presidente del Comité, José Luis Sandoval.Por el MAS, el diputado y expresidente de la Brigada Parlamentaria cruceña, Benigno Vargas, ha dicho que en su gestión en la Brigada, ENDE, la empresa estatal encargada del megaproyecto, se comprometió a no iniciar obras hasta resolver todas las preocupaciones de la zona.“En mi condición de parlamentario, me ofrezco para hacer las gestiones de facilitar un entendimiento con el Gobierno”, prometió anoche el diputatado oficialista.Según estudios de la Coordinadora de Defensa de la Autodeterminación de los Pueblos y el Medioambiente, una represa con las dimensiones de Rositas, con un área de embalse de 36.084 hectáreas, modificará el ciclo natural de lluvias porque provocará un ‘efecto espejo’ que hará que los rayos del sol reboten en el espejo de agua, retornen a la atmósfera y alejen las precipitaciones.Migración forzadaEl alcalde de Vallegrande, Casto Romero (Demócratas), descartó que la alerta que realizan tenga una intencionalidad política debido a que esta situación lo obliga a enfrentarse tanto a la Gobernación de Santa Cruz, que pertenece a su misma tienda política, como al Gobierno nacional, con el que trabaja en otros proyectos de agua, salud y caminos.“El hecho es que vamos a quedar cercados con agua desde el naciente hasta el poniente y vamos a tener una sola salida por el norte. Las consecuencias posteriores serán que no habrá alternativas de vinculación y harán que la gente abandone la región. El grupo de personas que será relocalizado cuando concluya la represa ya es una pérdida de población”, argumentó.El coordinador del Comité de Tierra y Territorio, Alfredo García, recordó que en 1969 Vallegrande era un pueblo fantasma debido a una aguda migración provocada por la falta de agua potable y acceso a caminos para trasladar la producción, por lo que se realizó una serie de bloqueos que fueron movilizados, entre otros dirigentes, por Julio Terrazas, revestido luego como cardenal de la Iglesia católica.Indicó también que se encuentran a un paso de conectarse con la provincia Cordillera, a través de un puente por el Río Grande, que se encuentra en un 40% de construcción con recursos del Gobierno, mientras que en 2014 el Gobierno inauguró un puente por el río Masicurí.“Tenemos mucha producción que la vendemos a gallina muerta porque solo se limita a Santa Cruz. Lo que queremos es sacarla a Paraguay. También tenemos relaciones con las comunidades Pasorapa y Villa Serrano de Sucre, todo eso está en riesgo”, dijo.La reunión pactada en Tatarenda Nuevo por el Comité de Tierra y Territorio para darle una respuesta al presidente Morales se desarrollará al mediodía. Esta institución alertó con anterioridad que la zona de embalse de Rositas pone en riesgo también a Vado del Yeso, una comunidad que forma parte de la promocionada Ruta del Che.EL DEBER / Rafael Véliz / R. D’Alencar