La antigua asistente de la actriz llevó a Gary Fisher a un pase de la película en Los Ángeles.
A base de fotos y alfombras rojas, el perrio de Carrie Fisher se ha convertido a lo largo de los últimos cinco años en toda una eminencia del universo Star Wars. Ese estatus se ha consolidado este año, con el estreno de Star Wars: Los últimos jedi, película en la que Gary tiene un breve cameo en una escena disfrazado de alienígena.Pero para Gary el estreno de Los últimos jedi también es un momento muy emotivo, pues supone la despedida definitiva del personaje con el que se hizo famosa su dueña, Leia Organa. Ahora es Corby McCoin, la antigua asistente de la ya fallecida actriz, quien se encarga de cuidar de Gary. También es ella la que llevó al perro a ver la nueva película de Star Wars en el mítico Chinese Theatre de Los Ángeles este viernes. Aunque quizá lo más enternecedor de la imagen es saber que Gary reconoció a Fisher cada vez que la vio en la pantalla, levantando las orejas mientras veía el filme sentado en el regazo de McCoin, según confirmó ella misma a la cadena ABC7.
The late @carrieffisher‘s dog Gary just watched #TheLastJedi! He sat on Fisher’s former assistant’s lap during the film. She said his ears perked up every time she was on screen ❤️@starwars @ABC7 pic.twitter.com/2rCCGIi6Al
— Veronica Miracle (@ABC7Veronica) 15 de diciembre de 2017
Gary empezó a formar parte de la familia a través de Billie Lourd, la única hija de Fisher que también tiene un pequeño paple en la nueva trilogía de Star Wars como la Teniente Connix. Hace unos cinco años, Fisher adoptó a Gary para ayudarle con su trastorno de bipolaridad. La actriz falleció el 27 de diciembre de 2016 tras un arresto cardiaco. Después de que la autopsia detectara rastros de consumo de drogas en su cuerpo, su hija Lourd emitió un comunicado: «Mi madre luchó contra la adicción y enfermedad mental durante toda su vida y al final murió por ello. A lo largo de toda su obra, ella era deliberadamente abierta a la hora de hablar de los estigmas sociales que rodeaban a esas enfermedades. Conozco a mi madre, le gustaría que su muerte alentara a otros a abrirse sobre sus dificultades».
Fuente: revistavanityfair.es