Tarija: Bomberos lo abandonó, murió y fue enterrado sin una autopsia

Ordenaron su entierro con un informe que decía “muerte súbita”. Además, fue sepultado en una fosa común tres días después sin que familiar alguno lo haya reconocido.A las 0:40  del viernes 2 de febrero, vecinos del barrio 24 de Junio de la ciudad de Tarija encontraron a Américo Nataniel Flores –de 39 años– boca abajo, casi en posición fetal. Inmediatamente llamaron a Bomberos, cuyos miembros en 20 minutos se presentaron en el lugar.Américo respiraba y sangraba por la nariz, según testimonios recogidos por los familiares. Uno de los bomberos pidió a los vecinos que se vayan, después de decirles que estaba ebrio, “que tiene que dormir” y que después “se va a levantar”. Los vecinos se retiraron y el equipo de Bomberos abandonó a Américo tendido en la acera de la avenida 24 de Junio de ese barrio, entre las calles San Juan y Colón. A esa hora –alrededor de la 1:15–,  estaba  vestido y con zapatos. Nada indicaba que hubiera sufrido un robo o asalto.Pero a las seis de esa mañana  Américo estaba boca arriba, sin su billetera, celular y sin sus zapatos. Estaba muerto. Y no  había signos de violencia.Los vecinos, ya furiosos porque Bomberos no lo auxilió, llamaron a la Policía, cuyos efectivos hicieron el levantamiento del cadáver y luego  lo trasladaron a la morgue del Hospital San Juan de Dios, donde estuvo como NN hasta la mañana del lunes 5 de febrero (estuvo allí por tres días). Esa mañana ordenaron su entierro en una fosa común del Cementerio General y sin que hayan dado tiempo suficiente para que algún familiar lo reconozca. La Policía nunca hizo públicas las fotos que tomó cuando levantó el cadáver ni en las paredes de su instalación.Hasta entonces, los familiares no imaginaban lo que pasó y solo Jackeline –la  menor de Américo– reportó en Facebook que su hermano estaba desaparecido.¿Cómo se enteraron?Al mediodía del lunes 5 de febrero, Yolanda Flores –tía de Américo– recibió una llamada del trabajo de su sobrino. Le dijeron que no había ido a trabajar. Asustada, a las 14:00 se fue a la Policía, hasta el barrio Lourdes, para reportar su desaparición. Fue entonces que los policías le informaron que el viernes 2 levantaron un cadáver y comenzaron a mostrarle fotos que estaban en una computadora. Era él. “¿Dónde está”, preguntó. “Enterrado”, le dijeron. Lo habían hecho esa mañana sin autopsia, sin formolizarlo y sin que nadie lo haya reconocido antes. “Han dicho que era ‘muerte súbita’. La médica forense levantó un informe en el que afirma que fue ‘muerte súbita’”, dice su tía Yolanda.Aún consternada, la familia comenzó los trámites para la exhumación, la que se concretó el martes 6, día en que fue velado y sepultado después de una misa.A esas alturas, la madre de Américo -Noemy Flores-, aún abrumada, no quería aceptar que estaba muerto. Se rehusó a ir al cementerio a la exhumación.¿Qué pasó?La noche del jueves 1 de febrero, Américo y sus colegas acordaron realizar una parrillada de despedida de su jefe, que había dejado  de prestar sus servicios en la  Unidad de Tecnología de la Gobernación tarijeña.Esa noche, según información recogida por los familiares, a las 23:30 se retiró del lugar de la reunión, que era frente a la terminal de buses. No se sabe si tomó un taxi o cómo se fue.“Ocasionalmente compartía, pero nunca hasta quedarse ebrio, siempre se iba temprano. Era responsable. Jamás le ha gustado la fiesta de Compadres, ese jueves era la despedida de su jefe.Hicieron la parrillada en la casa de su jefe”, cuenta Libertad, la  otra hermana  de Américo.Américo era soltero, vivía solo en el barrio 3 de Mayo,  donde alquilaba una habitación. “Mi hijito…Todos los domingos venía a vernos. Era el apoyo de sus hermanos, de sus sobrinos. Siempre ha estado apoyándonos. No puedo creer que ya no esté… sigo pensando  que se va a aparecer cualquier rato”, afirma, aún compungida, su tía Yolanda.Américo trabajaba en la  Unidad de Tecnología de la Gobernación  y en las noches daba clases en la Asociación Tarijeña de Natación, Club Lobos Marinos, dependiente del Servicio Departamental de Deportes.“El joven estaba vestido… respirando y le salía sangre por la nariz. ¿Por qué Bomberos lo ha dejado ahí tirado? Hemos mandado dos cartas al Comando Departamental de la Policía para que nos diga por qué lo han abandonado”, dijo a Página Siete Jacinto Ramos Javier, presidente del barrio 24 de Junio.Tres preguntas angustian a su tía Yolanda: ¿por qué Bomberos  lo dejó en la calle?, ¿por qué no le hicieron la autopsia?, ¿por qué lo enterraron sin dar tiempo a la familia para que lo reconozca?Y hasta ayer, la familia no pudo obtener el certificado de defunción.La autopsia es obligatoriaEl exjefe de la División de Homicios de La Paz    René Tambo Morales  afirmó que bajo ninguna circunstancia debe enterrarse a una persona que murió en esas circunstancias  sin haberle hecho una autopsia. “La Policía tiene la obligación de realizar la autopsia para determinar la causa de la muerte.Además, tenían que formolizarlo hasta que aparezca algún familiar. No hay un reglamento que lo diga, pero en estos casos se debe esperar hasta tres meses para que aparezca algún familiar”, explicó Tambo.Una fuente de Bomberos dijo que en estos casos hay protocolos que sí o sí deben cumplirse, como el realizar examen visual externo y  el examen de conciencia.Fuente: paginasiete.bo