El culpable designado



A menos que todo sea parte de un show, la atribución de la muerte del universitario Jonathan Quispe Vila al subteniente Cristian Casanova Condori no será un mero trámite  para el Gobierno y mucho menos cuando se trata de convencer que el policía actuó por su cuenta, como quien dice, ese día le dieron ganas de probar su escopeta cargada con una canica. El régimen tuvo que improvisar toda una serie de explicaciones de lo más absurdas, antes de probar con una más creíble. Si procedió de esa forma no solo fue para ahorrarse el costo político, sino para sacar de cualquier sospecha a la Policía, una aliada clave, mucho más ahora, cuando el “proceso de cambio” ya no es capaz de convencer con discursos ni regalitos. No habrá muchos como el subteniente Casanova dispuestos a inmolarse a nombre de la Revolución y tampoco sus jefes querrán asumir toda la carga de descrédito que acarrea este Gobierno. Suficiente tienen con ser una de las instituciones más desprestigiadas como para sumar cruces y ataúdes.

Fuente: eldia.com.bo