Consumo de tranquilizantes es mayor que el de drogas ilícitas

Datos del último informe de la UNODC señalan que los psicotrópicos con fines no médicos (sin receta) se consumen en el país más que la marihuana y la cocaína.

domingo, 22 de julio de 2018 · 00:04
Página Siete  / La PazEn Bolivia el consumo de tranquilizantes con fines no médicos, es decir sin la receta del doctor, es más elevado que el de cualquier droga ilegal, como la cocaína o la marihuana. El último reporte de las Naciones Unidas incluso señala que en comparación con otros tres países de la región  Bolivia está entre los primeros puestos en el uso de estas sustancias controladas.Los tranquilizantes  son medicamentos que pueden conseguirse en una farmacia y se utilizan para tratamientos bajo supervisión médica. Por lo general contienen benzodiazepina, un compuesto psicotrópico con efecto sedante e hipnótico. Por esto se consideran  drogas lícitas. En la misma categoría caen el alcohol y el tabaco, aunque éstos nunca tengan fines médicos.Pero cuando los tranquilizantes son utilizados sin la vigilancia de un doctor hay mayor riesgo de generar  daños considerables a la salud y dependencia.“El uso no médico de las benzodiazepinas es ahora uno de los principales problemas de uso de drogas en unos 60 países”, señala el informe de drogas de la Oficina de las Naciones Unidas contra a Droga y el Delito (UNODC). Y añade: “Una gran proporción de las muertes relacionadas con las drogas está relacionada con el tipo de las benzodiazepinas- NSP (Nuevas Sustancias Psicotrópicas)”.En cambio en la categoría de las drogas ilegales figuran el cannabis (marihuana), la cocaína, el opio y otras NSP.Los datos exhibidos en el informe que la UNODC presentó hace unos días coloca al consumo de tranquilizantes en Bolivia por encima de drogas ilícitas como el cannabis y la cocaína; principalmente en lo que a las mujeres se refiere (ver infografía).Un estudio realizado por el Consejo Nacional de Lucha Contra el Tráfico Ilícito de Drogas (Conaltid) entre 2013 y 2014 corresponden con estos datos. Los psicotrópicos adquiridos con fines no médicos son la tercera droga legal más consumida en el país (1,9%  de la población). Detrás del alcohol (49%) y el tabaco (25%).Y ese informe, al igual que el de Naciones Unidas, coloca el consumo de los tranquilizantes por encima de drogas ilegales, como el cannabis (1,3%) y la cocaína (0,3%).Los datos de la UNODC, recabados a partir de encuestas realizadas entre 2013 y 2017 a una población de entre 15 y 64 años, ponían a Bolivia entre los primeros lugares en el uso de psicotrópicos entre cuatro países de la región. El 2% de hombres y  1,7% de las mujeres utilizaban estos medicamentos sin supervisión médica. En Colombia y Argentina las cifras eran más bajas y sólo en Chile superaban en el caso de las mujeres e igualaban en el caso de los varones.Pero el panorama cambia si las encuestas se dirigen a una población más joven. En 2016 preguntas hechas a jóvenes entre los 18 y 25 años  arrojaron otros resultados a nivel regional. La población universitaria en Bolivia era la que menos consumía tranquilizantes (1,2%) comparando con Colombia (1,8%), Ecuador (1,4%) y Perú (1,5%).El consumo de estas drogas varían  según la edad. La tendencia parece ser que mientras más años se tienen, mayor es la adquisición de tranquilizantes.En 2014 Conaltid  señaló que los adolescentes entre los 12 y 17 años usan casi la misma cantidad de tranquilizantes que marihuana. Entre los 18 y  35 años la tendencia hacia la marihuana es mayor. Pero a partir de los 36 años las cosas dan un giro drástico: la población adulta consume hasta cinco veces más tranquilizantes sin receta que cannabis.“Los  tranquilizantes no son malos mientras haya prescripción médica, pero si se los consume sin prescripción son drogas peligrosas contra la salud”, explicó un investigador del mercado de las drogas, que pidió reserva.“Hubo un leve incremento en el uso de estas sustancias en los últimos años en el país y como Estado se debe aplicar mayores controles a la comercialización de estos fármacos, porque actualmente quien sea puede acceder a ellos”, aclaró.El acceso

  • Venta  Según los reportes de Conaltid, el 69% de los tranquilizantes consumidos con fines no médicos se adquieren de las mismas farmacias, el 14% de amigos, el 13% de la casa y un 3% de algún médico.
  • Pildoritas  Estos fármacos también son utilizados por las llamadas pildoritas, quienes colocan una pastilla en el trago de su víctima para inducirla al sueño y así apropiarse de sus objetos de valor.
  • Controles  La venta de psicotrópicos sin receta continúa en farmacias y en ferias populares. Incluso se reportó el ingreso de contrabando por puntos fronterizos.

Mujeres jóvenes recurren a psicotrópicos más que los varonesLas mujeres jóvenes  superan a los varones en el uso de tranquilizantes sin receta médica, de acuerdo a un estudio realizado por la Unión Europea, Conaltid y la UNODC en 2016.  Según este informe, el 1,4% de ellas recurren a esta droga entre los 18 y 25 años, mientras que sólo un 1% de los varones lo hace.Como indica el estudio hecho por la UNODC entre 2013 y 2017,  la tendencia cambia cuando se abarca un mayor rango de edad: 15 a 64 años. En ese caso los hombres superan por poco a las mujeres.“Tranquilizantes y estimulantes se están consumiendo más en la zona del oriente boliviano, pero especialmente las mujeres”, explicó el experto en investigación sobre drogas.“Pueden ser efectos sociales. Se vio que en los últimos años las mujeres en edad universitaria incrementaron su consumo de drogas legales, como alcohol y tabaco, casi par a par con los varones. Ahora puede ser que por naturaleza ellas tiendan a adquirir más tranquilizantes”, explicó.“(A nivel mundial) los hombres tienden a utilizar más cannabis, cocaína y opiáceos; mientras que el uso no médico de opiodes y tranquilizantes es comparable entre ambos sexos, si es que no es mayor en las mujeres”, apunta el último informe de Naciones Unidas.  “La proporción de mujeres en tratamiento tiende a ser mayor por el uso de tranquilizantes y sedantes que por otras sustancias”.También se concluyó que los varones que recurren a las drogas a raíz de adversidades ocurridas durante su niñez lo hacen como una especie de rebeldía. Mientras que la mujeres “internalizan sus conductas” y usan las drogas como automedicación.Fuente: www.paginasiete.bo



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