Columna virtual: Comentando la noticia
En el ámbito internacional, la izquierda venia bajoneada con la implosión de la Unión Soviética y la caída del muro de Berlín, que mostraba en la practica el fracaso de su tesis política. En lo continental prevalecía una clase política altamente desprestigiada, que no entendió la coyuntura, readecuando su accionar. Estas condiciones fueron ideales para que el tirano caribeño presentara la franquicia SS XXI a sus “clientes” del Foro de San Pablo. Lógicamente que como nada es gratis; incluso para los comunistas, los clientes tendrían que pagar el correspondiente royalty.
Por desgracia la izquierda continental destruida y sin rumbo, no tuvo otra opción que comprar la franquicia, a la cabeza del golpista Hugo Chávez, que fue su primer opulento cliente. Luego después Brasil, Ecuador, Argentina, Bolivia y Nicaragua, entraron en el baile. Todos ellos con los bolsillos repletos, fruto del Superciclo de las materias primas.
Es imprescindible destacar, que este Superciclo fue lo que verdaderamente posibilitó la implementación de esta franquicia populista en el continente. ¡Qué ironía de la historia!, fue la plata capitalista que llovió sobre el continente, la que lo hizo viable, porque no se puede hacer populismo en países yescas.
Como ciudadano de esta Patria Grande, alzo mi vos de protesta contra El Foro de San Pablo: ¿Cómo fue posible que tantos intelectos se reunieran para diseñar un sistema político retrógrado, que no respetó la democracia, con la que llegaron al poder? ¿Que no respetó los Derechos Humanos, por los que tanto clamaban al Plan Cóndor?
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Ante el calamitoso agotamiento del populismo trasnacional, hoy urge la necesidad que los políticos del continente presenten una nueva visión de país, asimilando los errores del pasado, entendiendo que la verdadera democracia; la democracia de La Carta Democrática de la OEA, es innegociable. Y que el progreso económico-social del continente; que nos saque del Tercer Mundo, es la terea insoslayable que les deben a sus pueblos.