La falta de atención y control a los menores de edad por parte de sus progenitores es uno de los principales factores que identifica la Policía para que jóvenes cometan diferentes delitos.
El comandante departamental de la Policía en Santa Cruz, Alfonso Siles, al referirse al caso del menor que atropelló y causó la muerte de una persona en Santa Cruz, la semana pasada, dijo que “la Justicia debe poner mano dura contra estos menores. Aquí son responsables los padres, ellos deben tener control sobre lo que hacen sus hijos”, manifestó.
El jefe policial dijo que los padres del menor también deben ser procesados civil y penalmente, por haber obstaculizado la investigación, ya que en primera instancia se presentó otra persona como el autor del hecho de tránsito. “Cuando fallan los padres, la sociedad se deteriora”.
“Aquí hay dolo y premeditación, ya que claramente se ve que el joven no supo afrontar las consecuencias de lo que hizo. Ojalá que esta experiencia sirva de escarmiento para que los padres tengan más cuidado de sus hijos”, expresó.
De igual forma, Siles dijo que cuando la Policía realiza operativos y detiene a los jóvenes que manejan en estado de ebriedad y sin licencia, es para evitar que se susciten casos similares.
El jefe policial lamenta que, cuando se realizan estos operativos, los padres de los menores socapen el accionar de sus hijos en lugar de cuestionar y reflexionar.
“La mayoría conduce sin experiencia y autorización legal. Deben entender que un vehículo mal utilizado puede quitar muchas vidas”, manifestó.
Hecho similar
El jefe policial recordó que en 2015, en Santa Cruz, se registró un hecho similar, en el que un menor, acompañado de sus amigos, tomó las llaves del vehículo de su padre. En el trayecto, el joven impactó contra una vagoneta en la que se encontraban tres personas, una de ellas menor de edad.
“Un menor y sus dos abuelos que habían llegado a Bolivia por vacaciones perdieron la vida a causa de esta imprudencia”, recordó Siles.
VÍCTIMA MUERE TRAS 6 DÍAS DE INTERNACIÓN
El miércoles 15 de agosto, el vehículo de Marco Antonio Andrade fue colisionado por una vagoneta Ford, en la que se encontraban ocho adolescentes.
La víctima de este hecho falleció seis días después de permanecer en estado de coma con muerte cerebral.
Fuente: lostiempos.com