Los del 93 instan a repetir sus éxitos

Carlos Borja, el histórico capitán, a nombre de sus compañeros deseó que “con otro grupo de jugadores, Bolivia tenga la fortuna, la suerte, la bendición de disfrutar lo que nosotros hemos disfrutado y nos den otra alegría”.

La FBF ofreció una cena a la generación de 1993. Esta es la foto oficial. Foto: Luis Gandarillas
La FBF ofreció una cena a la generación de 1993. Esta es la foto oficial. Foto: Luis Gandarillas
  

La selección nacional de 1993 vivió ayer su mejor “cumpleaños”: primero compartió gratos momentos con la afición, que volvió a demostrarle el enorme cariño que le tiene; y luego asistió a una cena-homenaje, tal vez la última reunión de todos sus integrantes juntos, en la que instó al fútbol boliviano a repetir sus logros y no quedarse con los recuerdos.

Fue justo en el día de las Bodas de Plata. El 19 de septiembre, hace 25 años, Bolivia empataba con Ecuador (1-1) en Guayaquil y se clasificaba por primera vez en su historia a un mundial —Estados Unidos 94— por mérito propio tras una estupenda campaña en eliminatorias mundialistas.



“Espero que no sea difícil de repetir”, dijo el entrenador Xabier Azkargorta, en alusión a que Bolivia trabaje para buscar el pase a partir de las siguientes eliminatorias mundialistas.

“Aquella vez fuimos osados, atrevidos y demostramos que con trabajo y organización se puede. Ahora deseamos con todo cariño que pueda darse otra historia de éxito”, subrayó el entrenador durante el acto central.

Carlos Borja, el histórico capitán, a nombre de sus compañeros deseó que “con otro grupo de jugadores, Bolivia tenga la fortuna, la suerte, la bendición de disfrutar lo que nosotros hemos disfrutado y nos den otra alegría”.

“Perdimos el camino, pero es tiempo de recuperar los objetivos y las metas”, agregó el exfutbolista.

El presidente de la FBF, César Salinas, al reconocer la alegría que dio al país aquella selección subrayó que ello compromete a la actual directiva a trabajar para igualar ese éxito. “En la actual federación estamos en un punto de quiebre, acorde a los tiempos actuales y encarando un proceso de transformación. Dentro de eso, está el deseo de trabajar sin pausa hasta lograr otra alegría como la que nos dio esta nuestra generación de oro”, subrayó.

Gloriosa. La celebración, que empezó el sábado con un partido frente a un combinado de Paraguay en Santa Cruz y siguió el martes con otro juego en La Paz ante exseleccionados, siguió ayer por la mañana con el descubrimiento de una plaqueta recordatoria en el Paseo del Deporte, detrás del estadio Hernando Siles, como homenaje del gobierno municipal.

El alcalde de La Paz, Luis Revilla, destacó “a nuestra gloriosa selección nacional de 1993 y 1994, que es un ejemplo de que podemos lograr las cosas pese a las dificultades. Y que con esfuerzo y empeño se consiguen objetivos”.

Espere…

“Dicen que algunos tienen la memoria frágil, pero con nuestra afición no ocurre eso, ni con algunas de nuestras autoridades como el señor Alcalde de La Paz, a quien le agradecemos este presente”, dijo Borja.

La banda Eduardo Caba —que acompañó a la delegación desde que aterrizó en La Paz el martes— entonó el Himno Nacional, mientras que la sorpresa fue la presencia de la Familia Valdivia, que cantó Viva mi Patria Bolivia y Bolivia gana y se va al Mundial, la canción que sonó en todos los rincones del país hace 25 años, en medio de la euforia por la clasificación.

La parte todavía más emotiva fue la participación del público, pues decenas de personas abordaron a los seleccionados para darles cariño, hacerles conocer su admiración y su agradecimiento, además de recoger de ellos algunos recuerdos.

Azkargorta no paraba de firmar autógrafos y tomarse fotos —como varios de los futbolistas— a solicitud de la gente: “Me van a multar si no subo ya al bus”, matizó el DT mientras se abría campo en medio de la multitud.

“Esto no tiene precio. Que te recuerden así y te muestren cariño, no tiene precio. La verdad es que todo este amor de la gente te llena el alma y te hace sentir más comprometido”, declaró el exastro Julio César Baldivieso.

Niños de las Escuelas Municipales Deportivas y sus padres también mostraron su calidez con los seleccionados, que una vez más, como hace 25 años, se sintieron queridos por la gente.

La Razón Digital / Rafael Sempértegui / La Paz