Segundo aguinaldo, desde la perspectiva del trabajador

Por: Juan José Bedregal*

Desde que en 2013 se estableció el segundo aguinaldo, los analistas y “líderes de opinión” han escrito ríos de tinta sobre esta medida desde el punto de vista del productor. Idearon escenarios apocalípticos en los que ocurren cierres masivos de empresas, hiperinflación, desempleo, dirigidos a posicionar en la mente del público la visión del empresariado sobre el tema.

El segundo aguinaldo es unamedida pensada desde el punto de vista del trabajador. Desde 2005 se redujoconsiderablemente la desigualdad en la distribución de los ingresos, pero en2012 el 10% más rico de la población ganaba aún 46 veces más que el 10% máspobre. Cuando el crecimiento económico supera su nivel de largo plazo, es másdifícil evitar que las utilidades se concentren en pocas manos; por tanto, senecesita activar canales adicionales de redistribución del ingreso.



Contra todo lo que esperaban losanalistas en diciembre de 2013, el crecimiento de la economía boliviana fue elmás alto de Suramérica en 2014 y la situación fue la misma durante los próximos2 años en los que se canceló el segundo aguinaldo: la base empresarial alcanzó 284.271empresas en 2016, el desempleo estuvo por debajo del 4,5% y la inflación seubicó en apenas 4% para 2016. No hubo brotes inflacionarios, el número deempresas se mantuvo creciente, el desempleo siguió siendo el más bajo de laregión y para 2017, el 10% más rico de la población pasó a ganar sólo 40 vecesmás que el 10% más pobre, lo que evidencia que se logró una distribución másequitativa del ingreso.

El error en las previsiones delos opinadores surge del análisis unidireccional desde el punto de vistaempresarial que deja de lado la perspectiva del trabajador. El mecanismo deredistribución del ingreso alcanza a una proporción de la población mayor a lostrabajadores formales, ya que cuando se recibe un ingreso adicional, todoindividuo evalúa si este incremento es permanente o transitorio: si fuerapermanente, tomaría decisiones diferentes a si el ingreso fuera transitorio.Los consumidores tienden a “suavizar el consumo”, es decir que ahorran elingreso extra, reducen obligaciones y/o prevén futuros gastos, mientras destinanuna proporción menor a incrementar su consumo presente. Es lo que en economíase conoce como Teoría del Ingreso Permanente.

Este mecanismo se refleja en unaencuesta presentada hace pocos días, que revela que sólo un 8% del segundoaguinaldo se gasta en viajes al exterior y el resto es destinado al pago dedeudas, depósitos bancarios, ropa, mejoramiento de viviendas, entre otros.Estos gastos en su mayoría, regresan a la economía a través del sistemafinanciero (ahorros y pago de deudas), a los propios empresarios (ropa yalimentos) y del sector informal (como albañilería y otros servicios).

De este modo, el segundoaguinaldo contribuye a generar crecimiento económico al otorgar mayor capacidadde consumo a los trabajadores, e incrementa de esta manera el tamaño delmercado interno en el que se transan la mayoría de los productos y servicios,provistos fundamentalmente por la micro y pequeña empresa. Si no se cumplieronlas terroríficas previsiones de algunos iluminados entre 2013 y 2015, ¿quérazones hay para creerles nuevamente en 2018? Ciertamente, necesitamos puntosde vista alternativos para explicar los hechos.

*Economista de la UMSA, ex dirigente estudiantil y estudioso de losmovimientos políticos y sociales.