Cuando el premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz, gran amigo de los Castro, Chávez y compañía, acuñó el término “Capitalismo de Amiguetes” para referirse al sistema político que beneficia a ciertos grupos de poder que sustentan el statu quo, las formas de producción eran muy distintas a las actuales. Aún no estaban en apogeo las grandes compañías que hoy son las más valiosas del mundo, como Microsoft, Apple, Google o Amazon, creadas por cierta clase de emprendedores nada convencionales, lo más parecido a unos hippies que tuvieron que luchar contra muros políticos y económicos que no simpatizaban con el ingreso de estos outsiders. Hoy son la esencia del capitalismo, que fue capaz de renovarse y deshacerse del viejo estigma que indicaba que para tener éxito había que ser amigo del cacique de turno. El socialismo no ha podido evolucionar y sigue promoviendo esos círculos de amiguetes empresarios, cuyo apego el poder es un simple acto de supervivencia que no asegura la continuidad ni del sistema político ni de sus empresas.
Fuente: eldia.com.bo