Los 39 niños del Albergue Don Bosco, una de las casas de acogida registradas por los servicios sociales gubernamentales, tienen apoyo psicológico y manutención diaria. ÁNGEL L. MARTÍNEZ CANTERAEl descontrol del Gobierno sobre miles de centros acogida marca la ignorancia sobre el estado psicológico de millones de menores y las posibles alternativas de adopción
Descontrol en centros que acogen a millones
El cuidado que reciben los menores del centro Don Bosco es una excepción en el país asiático. “La explotación, la violencia sexual y psicológica, y el abuso en casas de acogida y orfanatos es común”, describía un artículo de Save the Children sobre India publicado en 2017. En junio, por ejemplo, se conoció la violación continuada de 40 niñas en un centro administrado por el Gobierno del Estado de Bihar. El caso dio lugar a una auditoría externa del Instituto de Ciencias Sociales Tata (TISS), cuyo informe final subraya la “enorme preocupación” sobre la situación de las 110 instituciones para menores en esa región.La falta de supervisión sobre el estado de los menores en India tuvo aun mayor impacto cuando se descubrió la venta de bebés en un hospicio de las Hermanas de la Caridad de Ranchi, capital del Estado de Jharkhand. Desde hace tres años, la congregación católica no está vinculada al nuevo sistema de adopción en India porque permite participar a personas solteras, divorciadas o separadas. Ante este caso de adopciones irregulares y tráfico de niños, el propio Ministerio del Desarrollo de la Mujer y la Infancia admitió ante el Tribunal Supremo que solo un 33% de las casas de acogida están registradas.Ambos casos ponen de relieve la inoperancia de la Ley del Menor del año 2000, que exigía la identificación y registro de todas las casas de acogida de India. Después de una sentencia del Supremo en 2013, finalmente se inició un estudio gubernamental que finalizó el año pasado. Sin embargo, los datos aun están por analizar por parte del Ministerio del Desarrollo de la Mujer y la Infancia tras 18 años de incumplimiento de la ley.Existen 5.850 Instituciones para el Cuidado de Niños (CCI) registradas según datos de la Comisión Nacional por la Protección de los Derechos del Niño (NCPCR), pero se estima que existen, al menos, 2.000 más de los que se desconocen sus actividades y el número de niños que los habitan. La ley establece que solo los CCI registrados pueden estar unidos a agencias de adopción, por lo que las autoridades indias no solo se enfrentan al reto de identificar estos centros informales, sino a incluir a las decenas de millones de niños de las calles en instituciones de acogida, ya que ahora apenas medio millón reciben la atención necesaria.
Ignorancia sobre los sistemas de adopción
“Los niños de las calles es una de las imágenes más vistas de India. Los servicios sociales deberían llevarlos a Instituciones para el Cuidado de Niños de cada distrito. Si no se encuentra a sus familias, entonces deberían ser puestos en adopción”, explica Meera Marthi, orientadora de adopciones en la Fundación Familias Felices. Una norma que también se debería aplicar a los 41.000 niños que actualmente se encuentran en cuidados institucionales por orfandad o abandono, y que habrían de ser puestos bajo cuidado tutelar o en adopción.“No recuerdo qué edad tenía cuando la policía me encontró en la calle y no recuerdo a nadie de mi familia. Pero los niños con los que pasé mi infancia también eran huérfanos, así que nunca me he sentido triste”, cuenta Akash Shirsat, de 18 años, a punto de completar su estancia en Aditya Birla. En las cercanías al aeropuerto, este centro subscrito al Gobierno lleva 40 años acogiendo a huérfanos de Bombay de entre 16 y 18 años a los que ofrece talleres de formación profesional de cara a su emancipación; cuando alcancen la mayoría de edad. Akash es uno de los más de medio centenar de adolescentes que llegaron al centro desde varias instituciones de menores: “Tenía cinco años cuando el supervisor de una institución me dijo que existían familias fuera del centro y que algunos niños también eran adoptados. Pero nunca quise ser adoptado porque un amigo mío regresó a la casa de acogida porque no estaba acostumbrado a su nueva familia adoptiva”.Sin apenas apoyos psicológicos previos en los centros de acogida, la falta de adaptación de los niños huérfanos a sus familias es tan común como el rechazo de las propios adoptantes en India. Save The Children informa de que “solo un pequeño número de infantes se dan en adopción a pesar de que decenas de milles necesitan un hogar estable y una familia. Muchos de ellos son rechazados por sus padres [adoptivos] si sufren problemas médicos o si tienen más de dos años”, lo que hace que, según explica la organización, “los niños sean tratados como mercancía que puede ser devuelta”.El Departamento de Medicina Familiar del Colegio Médico de Pune, ciudad cercana a Bombay, realizó en 2015 un estudio sobre la actitud de parejas estériles ante la adopción que ofrece respuestas al abandono muchos niños indios. Aunque la mayoría de los encuestados sabía de la existencia de la adopción como método para crear una familia, poco más de la mitad estaba dispuesta a considerar esa opción porque querían que su descendencia tuviese sus genes. El estado actual del sistema adoptivo en el país asiático, centrado en las necesidades de los padres y no en la de los niños, dibuja un panorama sombrío para el futuro de los más de 30 millones de niños huérfanos y abandonados en India y su salud mental.
Fuente: elpais.com
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