¿Ningún cruceño en el gabinete?


Manfredo Kempff Suárez

Cuandovi la conformación del nuevo gabinete de ministros, tuve la mala espina de queserían contados con los dedos de una mano los cruceños – los cambas mejor dichocontando a benianos y pandinos – que lo conformarían. Pero cuando leí en losperiódicos la lista, tuve que recurrir al Internet para, por fin, convencermede que en un gabinete de 20 ministros no había ni un solo ministro o ministra,nacidos en Santa Cruz, Beni o Pando.

¿Es que S.E. ha decidido realmente venir al oriente solo para abrazarse con  empresarios y aparecer en fotos electoralistas? Porque si el departamento de Santa Cruz tiene más de tres millones de habitantes, es territorialmente un tercio de todo el país, y con ventaja el que mayores bienes no tradicionales produce, al extremo de garantizar la alimentación en Bolivia, no es concebible que tenga el 0% de ministros. Todo eso, en un gabinete que se supone será muy importante, porque S.E. ha decidido, como está visto, ganar las elecciones de octubre a las buenas o a las malas, con trampas o sin ellas.



Quieredecir que una vez que se fueron la ministra de Comunicación, señora GíselaLópez y antes el de Defensa, Reimy Ferreira, los cruceños han quedado apartadosde sentarse a la mesa donde se discuten las altas decisiones del Estado. Porqueahora está en el ministerio de Salud una cruceña como Gabriela Montaño, peroque ha nacido en La Paz. Y no tenemos nada contra quienes se sientan cruceños yno hayan nacido en nuestra tierra. “Soy cruceño porque me da la gana”, dice miamigo Alcides Parejas. Así figura como cruceño el ministro de Gobierno CarlosRomero, paceño de nacimiento también, aunque debe querer mucho a Santa Cruz.

Elhecho es que en el nuevo gabinete, que está diseñado para la re-reelección deS.E., más de la mitad de los 20 ministros son de La Paz, y el resto  cochabambinos, orureños, potosinos,chuquisaqueños y tarijeños. ¿Pero cuál es la razón para que no haya ni un solooriental? ¿No hay nadie con suficiente capacidad entre tanto camba masista? ¿Cuálel motivo para que un cruceño no esté a cargo de los sectores soyeros,azucareros y ganaderos? ¿O un beniano o pandino que también saben de vacas y decampos, más que un colla extractor de minerales o cultivador de coca?

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Hesabido que algo parecido sucede en las Fuerzas Armadas. Desde las denuncias de separatismoque el Gobierno fraguó contra los cruceños el 2008, dejaron de aparecer jefesorientales en el Alto Mando. Antes, hasta hace una década, estuvo el benianogeneral Freddy Bersatti en el Comando del Ejército. Y dos cruceños, el general  Luis Trigo (Fuerza Aérea) y el almirante José Alba(Naval), comandaron cada uno su arma.

Sóloen el Órgano Legislativo, hay cruceños (algunos de mentira), pero eso es porqueson elegidos por voto popular, aunque, como siempre suele suceder, son designadosantes por el Partido. Últimamente la joven  cruceña Adriana Salvatierra ha sido elegidacomo presidenta del Senado Nacional, es decir la oriental más importante en elpaís.

¿Ycómo andamos en las embajadas? Parece que en el exterior tampoco quieren a losorientales. Si no estoy equivocado – confiar en la memoria siempre tiene susriesgos – existen dos embajadores cruceños actualmente, el periodista JulioCésar Caballero en el Vaticano y el empresario José Kinn en Brasil.  Eso significa que, ciertamente, este régimenestá totalmente convencido que los orientales no somos de fiar, ni en elgabinete de ministros, ni en las FF.AA. ni en el Servicio Exterior, donde, porotra parte, se envían sin ningún pudor, a los más exóticos e incapaces personajes.

Muchohablan de inclusión y de integración los masistas, pero eso del 0% de cambas enel gabinete ministerial es algo difícil de digerir, una situación queseguramente no se había visto jamás.