Las tres profesionales se presentaron ante la Fiscalía para dar su versión, una de ellas responsabilizó del hecho a las enfermeras.
Agencias / La Paz
La médico internista, la ginecóloga y la pediatra del Hospital Municipal Nuestra Señora del Rosario, de Warnes, en Santa Cruz, deslindaron su responsabilidad y apuntaron al descuido de las enfermeras por el caso del bebé quemado por dejarlo en una incubadora improvisada con una estufa.
El pasado 16 de enero se informó sobre la muerte del bebé de una paciente de 15 años en el hospital de Warnes, el niño nació en un parto prematuro, por lo que se lo llevó a una incubadora improvisada que luego le causó la muerte por graves quemaduras.
De acuerdo a las publicaciones del Diario Digital Clave 300, la pediatra, Karen Silvana Zaconeta, la internista brasileña, Amanda Santana Pereira y la ginecóloga obstreta, Carmela Tapia, se presentaron a declarar ante la Fiscalía el pasado viernes y quedaron libres.
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Según la declaración de Santana y Tapia, fue la pediatra Zaconeta quien colocó al bebé a 26 centímetros de la estufa que luego de dos horas le causó graves quemaduras al neonato.
Por su lado, Zaconeta admitió que fue quien puso al bebé en esa incubadora improvisada, sin embargo, ella responsabilizó a las enfermeras de turno, por descuidar el control de la temperatura del bebé.
La primera en declarar fue la especialista en ginecología. “Mi función como ginecóloga obstetra finaliza con la entrega del bebe a la pediatra y continúa mi trabajo con la atención de la paciente ya que la misma puede ingresar en estos momentos en una atomía uterina que se traduce en una hemorragia severa que le puede desencadenar un shock hipovolémico y la muerte si no es atendida con toda dedicación por el ginecólogo” declaró Tapia en su descargo.
A su turno, la internista Santana declaró que fue la primera vez que atendió un parto prematuro y señaló que la mayoría de la atención a la madre y al bebé se la proporcionaron la obstetra Tapia y la pediatra Zaconeta.
El bebé que nació luego de 32 semanas de gestación tenía 1.670 gramos de peso y según la explicación de Santana, al nacer, el niño presentó un color violáceo, debido a que tenía obstruidos los conductos respiratorios que fueron descongestionados por Zaconeta.
Tapia afirma que fue Zaconeta quien luego de medir y pesar al neonato lo llevó a la sala donde se improvisó la incubadora, con el fin de darle una temperatura adecuada y allí terminó su labor con el bebé.
Por último, Zaconeta relató que luego de verificar que el bebé tenía problemas respiratorios diagnosticó que se debía a la falta de formación de los pulmones, lo que hacía que el niño no logre una temperatura adecuada y se necesitaba que se lo derive a un hospital de tercer nivel porque en el centro de Warnes no tenían los equipos adecuados.
“El prematuro estaba frío, necesitaba el suministro de calor y lo único que estaba en ese momento en la sala de parto era el calefón, al no contar con servocuna. Necesitaba salvarle la vida, no podía dejarlo en el mesón frío esperando que la incubadora caliente y que fallezca si no recibía suministros de calor”, declaró Zaconeta, quien detalló que dejó al niño sobre una colcheta a 26 centímetros de la estufa con la que quería mantener la temperatura.
Zaconeta relató que luego de esa acción, se dedicó a realizar llamadas telefónicas a diferentes hospitales para que se traslade al bebé y dejó su cuidado a cargo de las dos enfermeras de turno.
La Fiscalía continúa con las investigaciones y se prevé que las enfermeras declaren hoy.
Presentan denuncia
- Ministerio El sábado, la directora de la Niñez del Ministerio de Justicia, Ninoska Durán, se presentó en Warnes para formalizar una denuncia penal ante la Fiscalía y a pedir una pronta investigación y sanción contra los que resulten autores de la muerte de recién nacido.
- Declaraciones Por este caso ya declararon cinco personas, entre ellas el director del Hospital de Warnes.