Ven ilegal acción del gobierno de Evo al entregar a Battisti, mientras cursaba pedido de refugio

Pese a pedido de refugio, Bolivia entregó a un terrorista a Italia

Mientras la Conare dijo que negó el pedido de refugio de Battisti,    el Defensor del Pueblo y altos dirigentes del MAS pidieron respeto a los derechos del extranjero.

Pese a pedido de refugio, Bolivia entregó a un terrorista a Italia

El operativo en el aeropuerto de Viru Viru, en Santa Cruz, para el traslado del italiano. Foto: El Deber

Cesare Battisti.



A las 17:00 de ayer, un avión Falcon, con matrícula I-DEM  del Gobierno de Italia, partió del aeropuerto de Viru Viru, Santa Cruz, llevando  al terrorista italiano Cesare Battisti, prófugo de la justicia italiana, que en 1993 lo condenó a cadena perpetua por la muerte de cuatro personas y complicidad en otras  durante los años 70. El extranjero fue entregado por el Gobierno boliviano bajo la figura de “salida obligatoria”, pese a que Battisti había solicitado en diciembre de 2018 refugio a la Comisión  Nacional de Refugiados (Conare), que -dijo-  negó el pedido.

El ministro de Gobierno, Carlos Romero, explicó que la “salida obligatoria” del terrorista  italiano obedece a su condición migratoria ilegal en Bolivia.

 “Esta persona ingresó a  territorio boliviano en condición irregular, no se encuentra un registro de su ingreso migratorio regular. En aplicación de la Ley 370 de migración se emitió la resolución de la Dirección de Migración por la que se dispone la salida obligatoria del señor Cesare Battisti por su condición migratoria ilegal”, declaró.

Sin embargo, se conoció que  el 18 de  diciembre de 2018, Battisti  solicitó al Conare, a través de una carta, su  “reconocimiento de condición de refugiado”. En el documento  relata que desde 2004  se encontraba en Brasil, donde, en 2009, el presidente  de entonces, Lula Da Silva, le concedió la “residencia permanente”. Añade    que el 18 de diciembre de 2018 – fecha que tiene su carta- el presidente  Michel Temer firmó su extradición a Italia.

 “Una vez más, otra nefasta coincidencia, 2018, un  gobierno electo de ultraderecha en Italia y otro en Brasil, cuyo presidente electo (Jair) Bolsonaro hacen que, una vez más, esté en la necesidad de pedir ayuda a un país de principios democráticos, como Bolivia”, se lee en la carta, recibida el 21 de diciembre por la Conare.

De acuerdo a una fuente de  la Conare, citada por Erbol,  el pedido del terrorista italiano  fue rechazado  “bajo fundamentos que tienen que ver con el artículo 17 de la Ley 251 de protección a personas refugiadas”. Éste  excluye de la condición de refugiados a personas que hubiesen  cometido:  delitos contra la paz, delitos de  guerra o de lesa humanidad,  graves común fuera del país de refugio, antes de ser admitida, o sean  culpables de actos contrarios a las finalidades y principios de las Naciones Unidas.

 Sin embargo, el defensor del Pueblo, David Tezanos Pinto, afirmó que la Conare “hasta la fecha” no comunicó a Battiste ninguna decisión y advirtió una violación de los derechos del extranjero.

 “El 21 de diciembre de 2018, Cesare Battisti presentó su solicitud de refugio ante la  Conare, sin que hasta la fecha se le haya tomado una entrevista, ni se le haya hecho conocer una resolución denegatoria (…), lo que vulnera los principios de ‘no devolución’ y ‘no expulsión’”, declaró. 

  De acuerdo al exdefensor del Pueblo Waldo Albarracín, mientras la Conare “sustancie los trámites de aceptación o rechazo del pedido de refugio del italiano,  éste no podía ser devuelto a su país”. “Si hubo un rechazo inicial, él tiene aún un recurso de revisión”,  añadió.

En ese contexto, la decisión del Gobierno  de  entregar al terrorista  a Italia despertó el rechazo de altos dirigentes y miembros  del MAS, como  el exministro de Gobierno Hugo Moldiz, el periodista Pablo Estefanoni y  Raúl García Linera,   hermano del Vicepresidente.

“La Conare viola derechos de Battisti al entregarlo a Brasil o Italia, y el costo político para el gobierno boliviano será alto”, advirtió  Moldiz a través de  Twitter.

El ministro de Gobierno anunció la determinación del Órgano  Ejecutivo de entregar a Battisti directamente a autoridades italianas. Hasta ese momento se  manejaban versiones en sentido de que el extranjero iba a ser llevado primero a Brasil, donde pende en su contra una orden de extradición firmada en diciembre de 2018.

La autoridad no supo explicar cuándo el terrorista prófugo ingresó al país. “Él porta documentos pero no tiene ingreso ni registro migratorio en Bolivia. No sabemos en qué fecha ingresó”.  

Cesare fue detenido el sábado en la noche  en una calle céntrica de la ciudad de Santa Cruz. Efectivos de la Interpol lo interceptaron. “Estaba en vía pública y fue interceptado. Se le pidió los documentos y hechas las consultas a Interpol se hizo la detención”, afirmó Romero.

 De acuerdo a medios italianos, el terrorista llevaba una barba y un bigote falso. La noticia de su captura dio  vuelta  al mundo. Los presidentes de Brasil e Italia se pronunciaron inmediatamente celebrando la detención.

Battisti  “tendría la simpatía del vicepresidente boliviano García”

Página Siete /  La Paz

El 19 de diciembre de 2018, después de que el terrorista italiano condenado a cadena perpetua  Cesare Battisti huyera de Brasil, medios italianos reportaron sobre la certeza de que el extranjero había ingresado a Bolivia porque tenía la “simpatía” del vicepresidente Álvaro García.

Una semana antes, Michel Temer, presidente de Brasil, había firmado su extradición.

La fuente citada por  los medios era el juez  brasileño Walter Maierovitch, quien aseguró que Inteligencia de Brasil tenía casi la certeza de que Battisti estaba en Bolivia.

“Como conozco a muchos del Servicio de Inteligencia, consulté a algunos, y hay entre ellos la casi certeza de que Battisti está en Bolivia (…)  Tendría la simpatía del vicepresidente boliviano García Linera”, dijo  Maierovitch, citado por la agencia italiana ANSA.

Antes de diciembre de 2018,  Battisti ya  intentó ingresar al país pero fue interceptado por  evasión de divisas. Fue en 2017. “Voy a pescar”, les soltó Battisti, de 62 años, a los agentes de Policía que detuvieron su vehículo (…) llevaba consigo una cantidad algo excesiva para comprar cebo y pagar la habitación de un hotel: 5.000 dólares y 2.000 euros en efectivo. Lo acusaron de contrabando de divisas. La sospecha es que Battisti, temeroso de que finalmente fuera autorizada por Brasilia su extradición a Italia, quisiera poner los pies en polvorosa. Quizás confiaba en que Evo Morales se apiadaría de él, por solidaridad entre combatientes de izquierda, como antes ya habían hecho el francés François Mitterrand y el brasileño Lula da Silva”, publicó el 6 de octubre de 2017 en su sitio web el periódico La Vanguardia.

Página Siete / Ivone Juárez/  La Paz