Una polémica de alto contenido provinciano se ha instalado a raíz de la supuesta nacionalidad chilena de la presidenta del Senado, Adriana Salvatierra. Si bien la parlamentaria oficialista no niega que su madre es oriunda del vecino país, ella descarta haber nacido en Santiago, tal como lo acredita un certificado oficial emitido por las autoridades de Chile. La senadora ha mostrado otros documentos que arrojan más sombras que luces y el debate ya se apoderó de los medios de comunicación y las redes sociales, donde las mentiras suelen tener patas muy cortas. Este asunto debía pasar inadvertido de no haber sido por la estigmatización que promovió el gobierno hacia todo lo que tenga que ver con nuestros vecinos, que todavía celebran el mazazo que le dieron a nuestro país en La Haya. No hay duda que ahora les toca a los miembros del régimen tomar de su propia medicina y como corresponde, será muy amarga, mucho más ante el advenimiento de un nuevo conflicto por las aguas del Silala.
Fuente: eldia.com.bo