El que huye de Venezuela en estos días es porque la está pasando muy mal. No tiene qué comer, no hay trabajo y las botas de la dictadura son cada vez más pesadas. El que puede escapar no tiene nada bueno que decir de Nicolás Maduro, del Chavismo o de cualquier elemento que esté relacionado a la tiranía. Tampoco puede lanzar loas a los cubanos que se han convertido en los titiriteros del régimen, en los invasores que mueven todos los hilos del gobierno, que ya ni siquiera puede asegurar la provisión de agua y energía eléctrica a la población pero que quiere mantenerse en el poder por razones que solo pueden obedecer al crimen organizado. Millones de venezolanos se han visto obligados a dejar su tierra para buscar el sustento en otros países, incluso en Bolivia, donde estamos candidateando a seguir los mismos pasos de Venezuela. Por eso mismo no tiene nombre el hecho de expulsar a esa gente por el hecho de manifestarse frente a la embajada de Cuba.
Fuente: eldia.com.bo