En audiencia pública, los músicos pidieron que se descentralice la retreta

El Concejo Municipal escuchó por diez minutos a dos representantes de Artistas Unidos, que hace un par de días consiguieron que una ley los favorezca



EL DEBER

En 1954, el gobierno de Víctor Paz Estenssoro decretó en la norma 3653 del 25 de febrero de ese año que la protección e intensificación del arte nacional constituía uno de los postulados fundamentales de la Revolución Nacional, reconoció un trato injusto a los artistas bolivianos, a quienes se postergaba en radios, teatros y locales públicos, además de contratarlos con sueldos o salarios muy inferiores a su calidad y a sus necesidades.

Seis décadas y media después, el viernes y lunes, los músicos cruceños de la organización Artistas Unidos marcharon y entraron en huelga de hambre en las puertas del Concejo Municipal, exigiendo a las autoridades la regularización del avasallamiento de artistas extranjeros, sobre todo en Carnaval.

El reclamo dio frutos. En un día el legislativo cruceño aprobó la Ley Autonómica Municipal 1085, del 26 de febrero, de promoción, recuperación y reivindicación de expresiones culturales musicales cruceñas y orientales. Pero la fiesta grande ya está encima, con los contratos oleados y sacramentados, así que la implementación se hará esperar para el siguiente año.

Mientras tanto, Artistas Unidos quiere ganar otro terreno, el de la retreta municipal, que piden sea descentralizada a los barrios, pero que además contrate a otros intérpretes. En representación de 4.000 músicos, en audiencia pública realizada en el distrito 5, expusieron su aspiración Franklin Trigo y Gilmar Martínez.

“Estamos pidiendo que la retreta deje de ser para unos cuantos colegas porque hay 4.000 músicos en Santa Cruz que necesitan esta oportunidad, queremos una retreta popular en todos los barrios”, explicó Trigo, no tan animado, porque les dijeron que el POA de este año estaba finalizado y que no se podía hacer mucho. “La concejala Schamisseddine fue la única que nos apoyó, diciéndonos que algo podía hacerse, pero solo eso”, resaltó Trigo.

Anteayer, los músicos también se reunieron con los representantes de la Asociación Cruceña de Comparsas Carnavaleras (ACCC) para abordar la necesidad de mayor espacio al talento local. “Haremos un compás de espera en este Carnaval, pero hemos establecido un plan para recuperar la calle y quedamos gratamente sorprendidos porque hay la propuesta de achicar los parqueos para máximo cinco comparsas, eso implica nuestro retorno porque esos enormes garajes eran los que nos dejaban sin trabajo”, argumentó Trigo.

Por su parte, Carlos Arrien, presidente de la ACCC, dijo que las generaciones más jóvenes están dispuestas a escuchar música cruceña y que incluso este 2019 ya lo están haciendo, aprovechó para pedir a los músicos locales que dejen de tocar covers.

Los comparseros

Luis Alberto Hurtado, del parqueo callejero Boulevard Carnaval, cuestionó que los artistas locales cobren por encima de 10 mil dólares solo por tratarse de época festiva, “con ese monto puedo traer dos internacionales”, agregó.

Guillermo Capobianco, de Alianza Carnavalera, dice que su agrupación siempre ha apostado por las tradiciones, pero coincide en que empezaron a disminuir la presencia de bandas y orquestas locales porque subieron sus precios “de forma descomunal”, dijo.

Gustavo Gil, presidente de Juventud Carnavalera, reconoció que hay una sobreoferta de grupos cruceños, “me pregunto qué ente regula que ellos se consideren un grupo, porque ahurita se juntan diez personas y forman uno, pero cuál es la normativa que dice cuánto pueden cobrar”, opinó.

Fuente: eldeber.com.bo