Richard Arispe Carrasco
Es inaudito pero solo puede suceder en Bolivia.
El denominado proceso de cambio con su estilo de imposición y abusando de su poder está acostumbrado a hacer política con plata ajena.
El masismo decide qué hacer y lo realiza con fondos principalmente privados. Cuando al presidente Morales y su gabinete, con acuerdo previo de las langostas de la COB, se les ocurrió lanzar un invento de segundo aguinaldo y los aumentos salariales, sin sustento técnico, sino político; decide meterle la mano al bolsillo de los empresarios privados y a la vez asaltan las arcas del Estado, que es de donde salen los fondos para el pago de los funcionarios públicos. Al parecer no les importa los porcentajes y los costos, lo importante es mostrar supuesta estabilidad, ganar adhesión al proceso de cambio y clientelismo partidario.
Otra forma de hacer campaña con fondos ajenos es implementar un Seguro Universal quitándole competencias y recursos económicos a las gobernaciones y municipios. El SUS no es más que la confiscación de competencias enmarcadas en la CPE y las autonomías para que el Gobierno Nacional después de 14 años y sin fondos del centralismo, pongan en vigencia un seguro que ha demostrado que no funciona en los departamentos donde los gobernadores firmaron los convenios.
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En Santa Cruz exigen y presionan para que el gobernador firme el acuerdo, queriendo soslayar las competencias del SEDES y dejándole las cuentas millonarias por el pago de ítems. No les importa que la salud de Santa Cruz sea la mejor del país. Quieren fregar la gestión de Costas sin importar si joden la salud de los cruceños.
Ahora el Gobierno pretende que los medios de comunicación privados, abran espacios gratuitos para que los partidos políticos hagan campañas rumbo a las elecciones generales 2019. Al parecer no bastó imponer las campañas de lucha contra la violencia o el racismo, que se come una buena parte de la programación de los medios, pero que, lastimosamente no han logrado el objetivo de frenar los delitos que se tratan de prevenir. Los índices de feminicidio, abusos y violencia machista siguen en aumento.Seguro en la actual coyuntura el masismo intentar imponer el sistema de propaganda política utilizando los porcentajes de votación de la última elección general, para que el gobierno tenga mayores espacios en la difusión de propaganda para Evo 2020 al infinito.Pese al reciente discurso en Dubái, queda claro que al Gobierno Nacional no le importa la propiedad privada o el respeto a las inversiones de las empresas, las normas las cambian a su antojo y si alguien se resiste le caen con mayor drasticidad.Las empresas privadas invierten y hacen negocios para subsistir y crecer. Los medios de comunicación han reportado por este tema millonarias pérdidas en sus ingresos, que incluso han generado crisis que llevaron a despidos de personal.Los medios de comunicación privados no están para hacer solidaridad, menos estar a disposición de las campañas del gobierno. Creo que el gobierno debería utilizar los medios de comunicación dependientes del Estado. Canal 7, ABI, radio Patria Nueva, periódico Cambio o las emisoras campesinas creadas para ser plataformas del masismo, los que ya están preparados para ser cajas de resonancia del proceso de cambio o de los movimientos sociales.Me olvidaba, a esos medios de comunicación, no los escucha nadie, menos creer los mensajes que se emiten en ellos. Entonces no les queda otra.Fuente: Facebook Richard Arispe Carrasco