Un tranvía llamado tren

Mauricio Aira

Horas más, el Gobierno pondrá en escena el tranvía de 3 vagones importado de Biolorusia y que planea incorporar al transporte de la metrópolis que comprende Sacaba, Cercado, Colcapirhua, Suticollo, Quillacollo, Tiquipaya en el transcurso del próximo año. Este montaje para la foto y la propaganda electoral de Evo, es el resultado de un largo proyecto con miras a transformar el sistema de transporte urbano, hacerlo más asequible, más barato, más eficiente y más seguro.

Quienes estamos habituados al servicio del llamado con razón “Tren ligero” que opera en Gotemburgo que nos acoge, tiene 13 líneas que cubren “la gran metrópolis” en un radio de 40 kilómetros con servicios que arrancan a las 4.30 a.m., hasta las 23.00 p.m. sin detenerse un solo día. La línea más corta cubre 2 km con apenas 5 paradas, mientras que la más larga tiene 47 paradas y recorre 24 km. Me refiero por tanto a una ciudad con enorme experiencia en el uso y la administración del sistema de tranvías.



El sistema reclama una alta capacidad de planificación, mantenimiento y administración de un servicio sin pausa ni retroceso, que sirve de vehículo a una población de 600 mil habitantes y que utiliza el servicio al menos un par de veces por día. Nos satisface porque, en el caso nuestro,  obligará al usuario a observar una severa disciplina horaria, lo que repercute en el trabajo, el estudio y en general en toda actividad colectiva o privada. Esto será altamente positivo.

Clarificando concepto tren ligero utiliza material rodante similar al tranvía, aunque opera en una vía exclusiva no compatible con la del ferrocarril, por ello el concepto de “tren ligero” abarca un amplio espectro que en el caso de Canata puede inducir a confusiones insalvables o engañosas.

El transporte tradicional como ha sucedido en La Paz y Santa Cruz, se opone a la instauración de un transporte competitivo y suele presentar batalla antes de permitir su funcionamiento, piensan los empresarios de minibuses, buses y hasta de camiones en la competencia y por tanto la merma de sus ingresos, lo que es evidente aunque inevitable. Los gobiernos introducen con un mejor transporte, los menores costos, la disciplina administrativa y nuevas normas de higiene y de confort para el ciudadano que tiene derecho al trato más digno en el uso de este derecho y de esta imprescindible necesidad de trasladarse diariamente de un barrio al otro. Con estas clarificaciones aplausos a la renovación y modernidad, rechiflas al uso político y oportunista del nuevo servicio público.