Luis Fernando Camacho renuncia al Comité Cívico para habilitarse como candidato a presidente de Bolivia

URGENTE | El presidente del Comité pro Santa Cruz, Luis Fernando Camacho Vaca, en reunión de Directorio, pone a consideración su carta de renuncia, el mismo que en pleno y por unanimidad de los 24 sectores y las 288 instituciones, la aceptan. Santa Cruz, eju.tv.- El ahora, expresidente del Comité Cívico pro Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, presentó su carta de renuncia en la que aclaró que la misma se debe a su deseo de poder ser presidente de Bolivia, «quien me conoce desde chico, sabe le que trabajé por esto que anhelé tener esta oportunidad, pero la tengo que abandonar por otro sueño, otro anhelo aún más fuerte: ser Presidente de la República de Bolivia y poder, desde ahí, servir con todas mis fuerzas para ver a mi patria próspera, unida y libre» señaló en su carta.Santa Cruz de la Sierra, Bolivia 29 de noviembre de 2019Señores: DIRECTORES DEL COMITE PRO SANTA CRUZ Presente. –Ref.- Pongo en consideración renuncia.Estimados Directores: Queridos directores, amigos y hermanos de esta lucha que llevaré en mi corazón toda la vida. Hemos tenido el privilegio de ser parte importante de la historia democrática de nuestra amada Bolivia y en el camino también hemos conquistado la anhelada unidad de nuestro país, esa unidad que en la diversidad parecía utópica, como lo fue también, en su momento, nuestra lucha contra quienes ostentaban arbitraria y antidemocráticamente todos los poderes del Estado.Gracias a la firmeza de nuestro pueblo, a esa unidad de toda Bolivia y por sobre todo gracias a nuestra Fe en Dios, lo logramos, somos libres.Aún recuerdo cuando asumimos juntos esta gestión en el Comité pro Santa Cruz, hace apenas 9 meses; parece tan lejos, es que fue arduo el trabajo que nos permitió alcanzar el logro histórico de la recuperación de la democracia boliviana y el retorno a la libertad ciudadana en el país. Nos propusimos dos grandes desafíos: luchar por hacer respetar el 21F y crear un nuevo proyecto de Parte desde las regiones; ambas propuestas extremadamente ambiciosas para una institución que pese a su enorme e histórico pasado, tiene muchas limitaciones, pero sabíamos que teníamos una gran ventaja, nuestro pueblo y en especial nuestros jóvenes y nuestras mujeres; a su lado, con su fuerza y su convicción, todo es posible.Con esa fuerza tomamos la decisión de revivir nuestros históricos cabildos que hoy además alcanzan efectos constitucionales. Bolivia y el mundo nunca olvidará e, de octubre del 2019 cuando 1.559.000 bolivianos juramos, entre otras cosas, desconocimiento, desobediencia y rebeldía a un inconstitucional cuarto mandato del dictador.Así también, decidimos poner en práctica lo dicho el 21 de febrero, en la plaza principal, que en unidad el Paro Cívico Nacional indefinido iba a ser una realidad, esto pese a la mirada escéptica de algunos, porque sabíamos del compromiso, la calidad humana, la hermandad y la solidaridad de nuestro pueblo.En esa gran cruzada tuvimos que abrir mercados, ayudar a los que más lo necesitaban; nos organizamos, nos apoyarnos y nos cuidamos juntos, Generamos caravanas, visitas y actos; escuchábamos las sugerencias y nos informábamos de nuevas acciones, logramos algo inédito, sacrificamos Y perdimos mucho, pero ninguna pérdida económica puede equipararse con la Pérdida de nuestra democracia y nuestra libertad.Nuestra Fe inquebrantable y la firmeza de nuestras acciones nos convirtieron en la esperanza de Bolivia y cada día que pasaba éramos muchos más y estábamos mucho más unidos. Entonces radicalizamos nuestra protesta pacífica e iniciamos un resguardo de las instituciones públicas, de nuestras instituciones; tuvimos el cuidado de consultar, socializar y tomar todas nuestras determinaciones junto a nuestro pueblo.Por 21 días paramos el departamento, contagiamos al país y lo hicimos por convicción, de manera Pacífica, pero con firmeza y somos conscientes todos que podríamos haber aguantado mucho más, el tiempo que fuera necesario hasta recuperar nuestra democracia.Cuando éramos millones en las calles y cuanto más daño y más luto nos provocaban, mayores eran nuestras exigencias. Pasamos de una segunda vuelta a nuevas elecciones y luego a la renuncia del tirano y nuevas elecciones. Nuestra lucha que inició desde las regiones hacia Bolivia se convirtió en una protesta nacional; las barreras regionales cayeron y desde toda Bolivia nos trasladamos para apoyar la lucha donde el dictador estaba, a la ciudad de La Paz. Fuimos con el compromiso de no volver sin la renuncia y conseguimos todo y más, mucho más, conseguimos convertirnos en una mejor sociedad, en un mejor país; hoy somos el ejemplo de lucha, de dignidad, de firmeza y de unidad de toda América.Pero la consolidación de nuestra democracia todavía no está lograda, tenemos un gobierno de transición con tareas muy importantes como pacificar el país y proveer las condiciones para unas nuevas elecciones con un Tribunal Supremo Electoral de personas idóneas que den certeza, transparencia y credibilidad. Esa fue nuestra tarea en las últimas semanas y es deber de todos, contribuir a estos objetivos.Pero hay algo más, algo aún pendiente y una posibilidad latente que surgió de esta lucha y de esta unidad del pueblo boliviano, la posibilidad histórica de construir entre todos, un mejor país, partiendo de esa unidad lograda y de todo lo que aprendimos en esta defensa de la democracia. Es que nos dimos cuenta que vivir en democracia es algo que no podemos dar por sentado y eso implica involucrarnos más como sociedad, como pueblo y ser parte de las decisiones públicas.Cuando mencioné los dos grandes desafíos de la gestión del Comité, uno de ellos fue crear un proyecto de país desde las regiones y creo que hoy tenemos una oportunidad no solo de escribirlo en un memorándum sino de hacerlo realidad y con ello consolidar todo el esfuerzo y el trabajo logrado por los millones de bolivianos que luchamos por nuestra democracia y nuestra patria.Esa motivación me ha impulsado a tomar una decisión difícil, por eso, por la responsabilidad institucional que asumimos al ser posesionado el pasado 26 de febrero y en respeto del Estatuto orgánico de nuestra institución, con mucho pesar, pongo en consideración mi renuncia al cargo de Presidente del Comité Pro Santa Cruz.Presidir esta institución es un sueño de toda la vida; quien me conoce desde chico, sabe le que trabajé por esto que anhelé tener esta oportunidad, pero la tengo que abandonar por otro sueño, otro anhelo aún más fuerte: ser Presidente de la República de Bolivia y poder, desde ahí, servir con todas mis fuerzas para ver a mi patria próspera, unida y libre, donde todos Pintes construyamos un mejor futuro para nuestros hijos, algo que hoy es más posible que nunca.Algunos podrán pensar que falto a mi palabra o incumplo mí compromiso de no ser candidato, yo personalmente creo que no lo hago, por estos dos motivos. El primero, porque cuando lo dije, estaba plenamente convencido de ello, las elecciones nacionales ya estaban en curso, solo restaban las subnacionales y desde ahí, era poco lo que se podía hacer por nuestra democracia, la cual, en ese momento, aún seguía secuestrada por el gobierno de Evo Morales. Hoy, las circunstancias son distintas, las oportunidades y el compromiso con muchos sectores a nivel nacional es diferente, impensable el actual escenario en aquel momento.El segundo, es más duro y refleja los problemas de la forma tradicional de hacer política y es que, decir que no era candidato era necesario porque permitía un mayor apoyo a la causa, así de simple, increíble, absurdo pero real, muchas personas con intereses particulares no hubiesen apoyado o hubiesen tenido sus reservas, se los aseguro porque lo viví en carne propia en varias oportunidades, hubieran boicoteado intencionalmente nuestra lucha si pensaban que esta cruzada democrática generaría nuevos liderazgos; el prorroguismo y la política tradicional hubieran intentado relegarlo. No podemos permitir más esto, no podemos permitir que lo público, lo que es nuestro, se siga manejando de esta manera, tenemos la gran oportunidad de cambiarlo.Estos dos motivos me hacen afirmar que no he faltado a mi palabra manifestando mi decisión de candidatear a la Presidencia de Bolivia en las próximas elecciones nacionales, de ser aceptada esta renuncia, porque quiero que Evo Morales, Álvaro García Linera y su cúpula de secuaces no vuelvan a gobernarnos nunca más y esa aún es una tarea pendiente. También voy a ser candidato porque quiero que las cosas sigan cambiando y que el pueblo deje de estar relegado de las decisiones públicas y entre también al Palacio, a ese Palacio donde depositarnos la Biblia y con ella nuestra Fe en Dios.Les agradezco enormemente por todo el apoyo y el trabajo que realizamos juntos, por todas las experiencias que hemos vivido en estos nueve meses y en los años que hemos compartido este Directorio y por, sobre todo su amistad.¡Dios los ilumine para continuar liderando nuestro noble Comité pro Santa Cruz!¡Dios los bendiga!Fuente: Comité Pro Santa Cruz