LA PAZ |
El ministro de la Presidencia, Yerko Núñez, afirmó hoy que en Bolivia no habrá impunidad para nadie ante la intención del exministro de Defensa, Carlos Sánchez Berzaín, de volver a Bolivia, quien es acusado por la masacre de octubre de 2003.
«El señor Sánchez Berzaín tiene deudas pendientes en nuestro país, tiene que rendir cuentas al pueblo boliviano y la justicia tiene que actuar de acuerdo con la ley. No hay impunidad absolutamente para nadie, sean de anteriores gobiernos o de este gobierno tienen que rendir cuentas al pueblo boliviano«, dijo a los periodistas.
Sánchez Berzaín está refugiado desde 2003 en Estados Unidos, a donde huyó tras una represión militar contra civiles que dejó más de 60 muertos en septiembre y octubre de ese año.
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«El pueblo boliviano quiere justicia, no quiere impunidad y, por lo tanto, nuestra justicia, que ahora no está sometida al interés político, tiene que actuar de manera independiente y tiene que sancionar, tiene que investigar a quienes hayan sido autores de hechos que no corresponden«, agregó Núñez.
Sánchez Berzaín, el expresidente Gonzalo Sánchez de Lozada y otras exautoridades están acusados por los delitos de genocidio, entre otros.
«El que quiera venir que venga, pero que se someta a la justicia boliviana, que le rinda cuentas al pueblo boliviano», indicó Núñez.
Al respecto, el ministro de Gobierno, Arturo Murillo, explicó que los perseguidos y exiliados políticos durante el Gobierno del expresidente Evo Morales pueden retornar al país en estricto apego a las leyes y el derecho a la defensa en caso de enfrentar juicios.
«Se va a cumplir a cabalidad con (la) ley (…). Yo no voy a hacer tráfico de influencias con nadie ni voy a beneficiar absolutamente a nadie«, dijo.
El Gobierno creó a inicios de diciembre el Comité Interinstitucional de Defensa a las Víctimas de Injusticia por motivos Políticos con el objetivo de garantizar un proceso judicial transparente para unos 1.300 exiliados políticos.
Fuente: lostiempos.com