Desde que Juan Domingo Perón tomó partido por Hitler en la Segunda Guerra Mundial, los argentinos han sido los más hostiles hacia Estados Unidos, sentimiento alimentado constantemente por los sucesivos gobiernos peronistas, especialmente por los que condujeron los esposos Kirchner-Fernández. Hubo muy pocas excepciones y en numerosas ocasiones los mandamases argentinos han tenido que hacer la “sonrisa del perro” para conseguir la platita que siempre les está faltando para solventar el populismo. Los que ya no están dispuestos a la poses son los estadunidenses y lo están demostrando con el nuevo presidente Alberto Fernández, a quien no le perdonaron que haya invitado a un ministro de Nicolás Maduro. Mauricio Claver-Carone, hombre de confianza de Donald Trump, no sólo se retiró de la ceremonia de posesión del pasado 10 de diciembre, sino que acaba de lanzar una durante advertencia sobre el refugio otorgado a Evo Morales. “Queremos saber si Alberto Fernández va a ser un abogado de la democracia en la región o apologista de las dictaduras”, expresó.
Fuente: eldia.com.bo