El corredor tarijeño murió la pasada semana. Su pasión por los fierros lo llevó a convertirse en corredor y a estudiar ingeniería electromecánica.
Fuente: paginasiete.bo
Julio Lazarte / Periodista
Nacido en Tarija, de muy joven se sintió atraído por los deportes de equilibrio y esfuerzo físico como la práctica de anillas y trapecio. Sus habilidades innatas para reparar o mejorar máquinas que llegaban a sus manos, descubrieron su pasión por la mecánica. Así era Rolando Bass Werner, uno de los pilotos históricos del país, quien murió la semana pasada.
Su amor por los fierros lo llevó a Córdoba (Argentina), donde comenzó estudios superiores en la carrera de Ingeniería Mecánica. Ahí germinó y creció la pasión por el automovilismo, asistiendo a competencias del turismo carretera de la década de los años 60, cuando el joven Bass Werner se sintió atraído por la mecánica nacional. Esa experiencia le sirvió años más tarde para la preparación de su coche de carrera.
En agosto de 1968 se trasladó a La Paz para terminar la carrera de Electromecánica, ya con habilidades y conocimientos sobre el funcionamiento de automóviles. Werner puso un pequeño taller mecánico en la calle Rosendo Gutiérrez del barrio de Sopocachi. Muy pronto ganó un lugar por su dedicación y supervisión de los clientes que llegaban a su taller. Siempre tuvo esa pasión por las máquinas y la velocidad.
Su debut en 1971
Su inicio en el automovilismo boliviano fue en la carrera La Cumbre-República Argentina, que se cumplió el domingo 23 de mayo de 1971 en la categoría especial, carrera ya establecida en el calendario de la comisión deportiva del Automóvil Club Boliviano, con 25 kilómetros. Lo exigente de la prueba era comenzar del kilómetro cero (la plaza San Martín de Miraflores-avenida Busch. La meta estaba en La Cumbre. Si bien no fue con fortuna la primera carrera (abandono a los 10 kilómetros), el piloto tarijeño causó expectativa y buena impresión.
Rolando Bass Werner era un piloto que se desenvolvía mejor en la tierra y caminos de enorme dificultad para el manejo. En el Gran Premio Manaco, con una extensión de 1.473 kilómetros, dividida en tres etapas y recorre Cochabamba-La Paz-Potosí-Sucre y finaliza en Cochabamba, el representante tarijeño pagó caro su primera temporada en la segunda etapa La Paz-Oruro-Potosí, con un sentido abandono pero con una proyección enorme.
La primera victoria
Se inauguró la pista del circuito 10 de Noviembre, en homenaje a la efemérides departamental de Potosí, el 11 de noviembre de 1973, que se forma por los tramos de la partida de la carrera en Potosí y formada por los tramos Don Diego, Pati Pati, Calacala, Samasa y meta en Potosí, con un perímetro de 21 kilómetros y según convocatoria para las categorías fuerza libre y 1650 cc.
El piloto Rolando Bass Werner se adjudicó el primer lugar luego de recorrer la distancia de 315 kilómetros en 15 vueltas, empleando un tiempo de dos horas 42 minutos 15 segundos a un promedio de velocidad 116 kilómetros por hora, además de establecer el récord de vuelta para esta primera versión. Finalmente el piloto tarijeño se ubicó al final de la temporada como subcampeón con 45 puntos en la categoría fuerza libre. El puntaje final de la categoría fuerza libre pertenece al piloto de Sucre Óscar Crespo con 62 puntos.
Temporada 1974
Bass Werner se destacó por su participación en la corta pero exigente carrera La Cumbre, cumplida el 25 de agosto llegando en segundo lugar en la categoría fuerza libre. El Gran Premio Nacional Hugo Banzer Suárez, la más larga e importante carrera que se realiza del 28 de septiembre al 12 de octubre de ese año, con la presencia de 26 tripulaciones en la categoría fuerza libre.
Temporada 1975
El piloto Bass Werner se impone en la primera carrera La Cumbre, de ese año, en la categoría fuerza libre. En la segunda prueba el circuito Óscar Crespo el piloto tarijeño se adjudicó la segunda ubicación. En la Vuelta a los Yungas tuvo que abandonar. El circuito San Cristóbal de Oruro es el escenario del segundo triunfo, luego de completar 12 giros o sea 306 kilómetros y superar a Dieter Hubner, Hugo Alvarado, Juan Rodríguez Vera y Jorge Veintemillas, los pilotos más veloces de la categoría fuerza libre.
El Gran Premio Manaco se corrió del 14 al 20 de septiembre de 1975 con una extensión de 2.228 kilómetros en cinco etapas (Cochabamba-LaPaz-Oruro-Potosí-Sucre-Epizana-Santa Cruz-Cochabamba) se compite en la categoría 1.650 cc . Fue segundo.
En octubre de 1975 se corrió uno de los grandes premios más largos del automovilismo boliviano con 12 etapas y 3.457 kilómetros, que llegó a siete departamentos del país, ganando la segunda etapa (Cochabamba-Vallegrande) pero abandonando en la séptima etapa.
La última carrera del año se realizó en Potosí, en el circuito 10 de Noviembre, el domingo 22 de noviembre. Ese día fue segundo, sólo superado por el ganador Hugo Alvarado.
El campeonato de 1980
El piloto nacido en Tarija, con mucha experiencia, amplió conocimiento de nueve largos años en el automovilismo. Corrió en la prueba más larga y dura para las tripulaciones. El Gran Premio Presidencia de la República se corrió del 16 al 27 de julio con una distancia de 3.149 kilómetros y 10 etapas, convocada para dos categorías, las clases 2.000cc y 1.600cc. Bass Werner ganó cuatro etapas finalizando en séptimo lugar y suma puntos importantes para el ranking.
En la Vuelta a los Yungas, del 2 al 5 de octubre de 1980, el piloto del sur del país corrió en la categoría 1.600cc, ganando de punta a punta, subiendo al primer lugar luego de recorrer 602 kilómetros. Fue la tercera victoria correspondiente a Bass Werner, el domingo 9 de noviembre en el circuito San Cristóbal de Oruro en la categoría 1.600cc. En la Doble Copacabana dio el paso importante para adjudicarse y ganar en la categoría 1.600cc con el primer lugar. Con esto Rolando Bass Werner se proclamó campeón de la categoría clase 1.600cc de 1980, con un puntaje de 112 puntos, y subcampeón el gran piloto Juan Morales.
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