ENTREVISTAAlfonso Tenorio, representante de la OMS/OPS en Bolivia, resalta las medidas asumidas en el país para frenar el Covid-19. Afirma que los pacientes positivos no deben ser aislados en su casa, sino en un ambiente distinto.
Página Siete Digital / La Paz
Alfonso Tenorio es el representante en Bolivia de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), instancia que a su vez coordina con la Organización Mundial de la Salud (OMS). Ocupa ese puesto desde junio de 2019, cuando todavía no se tenía idea de la amenaza sanitaria que se cernía sobre todo el mundo y sobre el país.
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Ahora que la mayoría de los países se han declarado en cuarentena y que suman miles de muertos por el coronavirus, el médico advierte que en Bolivia quizás se llegue a las 1.000 personas infectadas y a muchísimos muertos por esta enfermedad. Al mismo tiempo explica que nadie sabe a ciencia cierta por cuánto tiempo será necesario mantener la cuarentena, ni si los países estén preparados para resistir.
¿Qué hace un representante de la OPS en un país con emergencia sanitaria como Bolivia?
Es algo inusual, primera pandemia de esta magnitud, con cuarentenas tan severas en todo el mundo, con decirte que yo ya no sé si es lunes o jueves. Realmente esto es una carrera muy gigante, pero el ritmo lo impone el Gobierno, a quien estamos asesorando.
Nuestra tarea es acompañar a los diversos ministerios, acompañar a los Sedes (Servicios Departamentales de Salud), estar con la prensa.
Como representante de la OPS y la OMS coordino un grupo gigante de personas y ahora todos estamos dedicados a la pandemia, pero el propósito es asesorar a los ministerios. Pero todos estamos enfocados dando recomendaciones. Los países son libres de aceptarlas o no.
Hace algún tiempo, antes que el coronavirus llegara a Bolivia, Página Siete le hizo a usted una entrevista y nos decía que lo que ocurre en el mundo es una «infodemia, es decir una epidemia de desinformación. Creo que ahora la gente está temerosa por la situación porque el coronavirus está en el país y hemos visto una respuesta no acorde a lo esperado. Las autoridades han señalado que Bolivia estaba preparada para enfrentar esta pandemia, pero hemos visto que eso no está sucediendo. ¿Qué recomendaciones ha dado usted al Gobierno boliviano para que se trabaje en este tema?
Primero hablemos de la infodemia. Ésta continúa, es una epidemia de desinformación no sólo en Bolivia, sino en todo el mundo en general. Las personas están siendo capacitadas por el WhatsApp, el YouTube. Todo el mundo me llama y me dice escuché que un experto en no sé qué universidad descubrió una vacuna, un nuevo tratamiento. Y eso es todo el día. Y eso no siempre es bueno porque causa o falsas expectativas, falsas esperanzas, o hace que la gente actúe de manera inapropiada.
Cuando hablamos con usted en mi oficina dijimos que los países en general se están preparando para lo que venía. En esa época ni siquiera se declaró emergencia de salud pública de interés internacional. Ni siquiera se declaró pandemia cuando usted me visitó por primera vez. Pero ya en esa época los países de Latinoamérica, y por supuesto también Bolivia, estaban en la propuesta de prepararse lo mejor posible para algo que no sabíamos qué es lo que iba a pasar. Estábamos apenas comenzando con los casos en China y no sabíamos exactamente qué era y qué pasaba. Y ya después se declara la emergencia de salud pública de importancia internacional y pandemia, y nos dimos cuenta que la preparación que supuestamente tenían los países no era exactamente la que pensábamos, porque todo el mundo vio cómo grandes potencias han tenido grandes dificultades en la atención de los pacientes. Lamentamos inmensamente sobre todo el número de fallecidos, la mayoría personas de más de 60 años. Realmente nadie sabía cuál iba a ser la magnitud. Sin embargo, los países en general hicieron varios preparativos.
Entre esos preparativos estaba la detección de pacientes sintomáticos. Otro es el tema del laboratorio, otro el tema del aislamiento. Pero realmente ha sido más difícil de lo que pensábamos.
Ahora usted señala que países tan grandes y del primer mundo están sufriendo consecuencias tan duras. ¿Qué se puede esperar de países con sistemas de salud débiles, como es el caso boliviano?
En general una preocupación muy grande. Hace un mes y medio cuando la OMS dijo que esto es una pandemia, estábamos preocupados por países que eventualmente no tuvieran la preparación suficiente, y eso preocupó muchísimo al mundo. Pero la ventaja que hemos tenido acá en Bolivia es que hemos sido los últimos en entrar a este club de la pandemia. Cuando Bolivia tuvo los primeros casos ya llevábamos dos meses o más de experiencia en otros países.
Quiero destacar que lo que aprendimos ahora es básicamente el trabajo cooperativo. China nos enseñó muchísimo. Pero después saltó a Japón, Irán, a Italia, y después al resto de Europa. Hemos aprendido mucho del esfuerzo que cada país hizo. Ahí aprendimos muchísimo.
El temor es que no estemos a la altura de esta gran pandemia que está afectando al mundo entero. A mí me gustaría ir al momento en que está Bolivia actualmente. En este caso, ¿qué se recomienda hacer a un país como Bolivia cuando ya estamos en un contagio comunitario? ¿Todavía es posible aislar a todos los enfermos? Porque ahora los enfermos están aislados en sus casas. No sé si esto es lo correcto o es mejor aislarlos en centros que dependen del Estado. ¿Cuál es la estrategia que se debe seguir según los protocolos de la OMS y la OPS?
Primero que tener casos comunitarios no significa que estemos en el escenario de transmisión comunitaria. Bolivia se mantiene en el tercer escenario que es de transmisión local. Tú recuerdas, el primer escenario es el de país sin casos; segundo escenario es país con casos importados; tercer escenario es país con transmisión local, cuando los casos importados infectan y contagian a sus familiares y gente muy allegada; y cuarto escenario es ya cuando el virus está en la calle y ya nadie sabe quién fue quien te infectó. Bolivia tiene los primeros casos comunitarios, pero no está en el escenario aún de transmisión comunitaria. La mayoría de los casos todavía son de transmisión local, gente que ha sido infectada por un caso confirmado.
Por otro lado, la estrategia que Bolivia está haciendo es la que la OMS ha recomendado. Primero es reconocer que las medidas de distanciamiento, la cuarentena, los horarios, son importantes porque permiten disminuir el riesgo de exposición.
La columna vertebral de la contención es: (primero) pruebas, tener suficientes pruebas diagnósticas disponibles sin barrera para poder diagnosticar tempranamente a la gente, y a los enfermos poderlos aislarlos estrictamente.
El otro componente de la columna vertebral es que todos los contactos, las personas familiares o que han estado en contacto con la persona enferma sean puestos en cuarentena estricta domiciliaria en sus casas durante 14 días. Y lo otro es fortalecer la capacidad de los hospitales. Hagamos una pausa aquí para que yo no hable tan seguido, pero te quedo debiendo una respuesta con relación a cuáles son las maneras más efectivas para aislar.
A mí me gustaría que la responda de una vez porque en Bolivia están aislando a los pacientes en sus casas y queremos saber si eso es lo correcto.
Bueno. Entonces la columna vertebral es pruebas diagnósticas, aislamiento estricto a todos los enfermos, y, tercero, cuarentena a los contactos.
Aislamiento significa que la persona que tiene la enfermedad, que está identificada como la que probablemente va a contagiar a los otros, tiene que ser aislada estrictamente. Hay tres modalidades: una que el aislamiento se haga en centros hospitalarios; la otra es que se haga en albergues o centros hospitalarios de monitoreo; y la otra, la menos recomendable, es hacer el aislamiento en las casas.
No es lo más recomendable pues aislar a una persona en una casa, al cuidado de un familiar que más o menos entiende cómo es el tema de colocarse varias veces al día el traje de protección personal, es difícil.
Por eso, hace como unos seis días en Santa Cruz, que es la ciudad que más casos tiene, se ha decidido aislar estrictamente, pero no en sus casas. Aislar a los casos nuevos ya sea en los hospitales, porque ahora tienen muchísimas camas que no están copadas todavía, y probablemente cuando se copen esas camas irán a albergues. Pero la fortuna es saber que las personas ya no estarán aisladas en sus casas poniendo en riesgo a la familia.
Quisiera que nos comente un poco ¿qué pasó en Oruro? Se menciona a Oruro como un ejemplo de cuarentena y de no expansión del virus. ¿Hay alguna estrategia que la OMS haya recomendado particularmente para Oruro y que se haya aplicado en ese departamento a diferencia del resto?
Oruro tuvo fortuna de tener sólo un caso importado, una persona que llegó de Italia. Cuando nadie sabía bien cómo fue recibió aislamiento en su casa y ahí hubo como seis familiares enfermos. Oruro aprendió rápidamente la importancia de no aislar junto con la familia a los enfermos confirmados. Como eran muchos miembros de una familia y en otra casa eran otros miembros, como tres y cuatro en cada familia, lo que hizo Oruro fue crear como albergues en estas mismas casas. En una casa había tres, en otra cuatro. En otras palabras, fueron aislados sin mucho contacto familiar. Eso ha sido exitoso.
No se puede cantar victoria todavía porque se hacen exámenes y se hace seguimiento a los contactos. Pero todo el país en cierto modo está haciendo un trabajo gigante y debemos reconocer la labor importante y comprometida de los profesionales de la salud, que son los que realmente están cambiando la historia de la pandemia en el mundo.
Otro aspecto que nos preocupó es la falta de coordinación de algunos niveles gubernamentales. En Bolivia hay el nivel central, los departamentos y los municipios, y no hemos visto una coordinación que nos tranquilice como ciudadanos. ¿Qué es lo recomendable en estos casos? ¿Se debe crear instancias que involucren a todos los niveles gubernamentales? ¿Cómo se debe encarar políticamente el tema?
La coordinación de todas las instancias, en cualquier situación de desastre o emergencia, es el verdadero desafío mundial. Porque como hay tantas entidades, y ahora no sólo en los niveles nacional, departamental y municipal; sino que también están las ONGs, están agencias de Naciones Unidas, y todos quieren participar y ayudar. Entonces tú lo has dicho, es un verdadero desafío, pero aquí están haciendo un trabajo desafiante. No es perfecto. Pero se ha hecho un trabajo coordinado por un comité intersectorial nacional que tiene como seis ministerios, inclusive ministerio de comunicación, y ellos están diariamente trabajando.
Hay una decisión política gigante, aquí y en todas partes del mundo. Aquí se han tomado medidas de distanciamiento muy importantes y muy tempranamente. Creemos que eso es importante para disminuir el riesgo de la exposición. Pero también hemos aprendido que la clave es aislar tempranamente a todas las personas confirmadas, aislamiento estricto e idealmente no en sus casas.
Creemos que la combinación de una y otras medidas tendrá buenos impactos. Sin embargo, ya sabemos que vamos a tener muchísimos casos. Tenemos ahora más de 100, pero probablemente lleguemos a 1.000 muy pronto y lamentamos que esto va a generar muchísimos fallecidos. Eso es absolutamente lamentable, pero ojalá que el impacto no sea mayor. No depende sólo de las autoridades, sino de cada uno de nosotros, haciendo lo que nos corresponde, cumpliendo con las medidas de higiene que no podemos olvidar y especialmente ser disciplinados con las medidas de distanciamiento que se nos han ofrecido. Y cuando alguno de nuestros familiares o nosotros seamos casos positivos, ser aislados estrictamente, sin hacerle omisiones a la regla, como tiene que ser. Si somos contactos, sea quien sea, debemos estar en cuarentena 14 días, sin excepción. Y si alguien llega del exterior debe estar 14 días también en aislamiento preventivo.
Otro aspecto que preocupa tiene que ver con las pruebas. Tengo entendido que la OPS hizo un apoyo a Bolivia para tener reactivos, para instalar aquí la capacidad para detectar el Covid en el país. Sin embargo, ¿está siendo suficiente?, ¿se están haciendo las pruebas necesarias para quedarse tranquilos o falta todavía trabajo por hacer en este tema?
Es un tema muy difícil a nivel mundial. No hay las pruebas suficientes en todos los países, incluso en las grandes potencias. Bolivia no es la excepción, pero juntos, con apoyo de la OPS y la OMS, los países están intentando acceder al mayor número de pruebas, porque ahí está la clave. Si no se hacen las pruebas a todos lo que tienen que hacerse, vamos a tener muchas personas con síntomas muy leves, sin diagnóstico en sus casas contagiando a todo el mundo.
Ya no es fiebre más tos, ahora es síntomas leves. Puede ser una tos leve que está comenzando, estornudo, un dolor de garganta. Ya es suficiente para hacer las pruebas. Ahora necesitamos que los países accedan a ellas. Hay un gran compromiso de todos los proveedores para producir masivamente esas pruebas, y Bolivia junto a países vecinos están accediendo a oportunidades de proveedores internacionales y esperamos tener prontamente todas las pruebas que son necesarias.
En estos momentos los casos realmente sospechosos tienen acceso a las pruebas. Hay pruebas en Santa Cruz, en Cochabamba y en La Paz. Pero requerimos que los países tengan capacidad de hacer muchas más pruebas de las que actualmente se hacen.
Otro tema tiene que ver con las unidades de terapia intensiva. Nosotros sabemos que Bolivia tiene un déficit en esta materia. ¿Qué se recomienda en países como el nuestro, que tienen problemas de UTIs (Unidades de Terapia Intensiva) y de intensivistas? No sólo faltan los equipos, sino también los médicos en Bolivia.
Para nuestra fortuna el 80% de los casos son como te conté, son casos muy leves que no requieren ni siquiera estar hospitalizado. Se los va a aislar, pero son como un resfriado. Esto es bueno porque hay enfermedades que matan al 50% de los casos, como el ebola. Ésta, afortunadamente, tiene letalidad de 3%, máximo 4%, pero el 80% tiene cuadros muy leves. 15% tiene neumonías que requieren estar hospitalizados, pero no son muy graves. 5% requieren terapia intensiva.
Entonces la sorpresa es que nos dimos cuenta que casi todos los países, para este tipo de pandemia estábamos por debajo de las necesidades. Claro, países que crónicamente vienen con déficit como éstos pueden tener un impacto mayor. Pero también en ese aspecto se está trabajando muchísimo. Lo anunció el ministro e incluso la presidenta, anunciaron la compra de 500 respiradores. Nunca se hubiera comprado ese número en simultáneo, nunca por ningún motivo, ni aquí ni en ninguna parte. Los países están comprando masivamente estos equipos, y eso esperamos que aquí sea suficiente.
Pero solamente lograremos evitar el colapso de las UTIs si cerramos el grifo, y el grifo lo cerramos evitando o cortando la cadena de transmisión de la enfermedad. ¿Y cómo se logra? Identificando que el que está enfermo no contagie a más, el que está enfermo tiene que estar aislado. Ahora tenemos 100 infectados, si logramos aislar estrictamente a los primeros 500, a los primeros 1.000, probablemente cortemos la cadena de transmisión. Probablemente se muestre con esas acciones que sí es posible. Se corta la cadena de transmisión, entonces se reduce la demanda de necesidades de hospitales y de las UTIs. A eso aspiramos y estamos convencidos que en Bolivia son capaces.
¿Cuánto suelen durar las cuarentenas? Acá la gente está muy preocupada y hubo manifestaciones en Beni, por ejemplo, de gente que quiere salir a trabajar porque claro la mayoría de los bolivianos trabajan en la informalidad. ¿Cuánto tiempo es recomendable hacer cuarentena?
Nadie sabe. Nunca habíamos hecho algo similar en el mundo. De pronto cuarentenas se habrán hecho en el Siglo XVIII cuando la peste, pero era solamente en ciudades pequeñas. O se hacían cuarentenas de un barco, por influenza incluso, pero cuarentena mundial y como ésta nunca se había hecho en la historia de la humanidad. Entonces nadie sabe exactamente cuánto va a ser necesario y cuánto los países van a ser capaces de sostener esto porque el costo económico es gigante para los países, pero también para las personas.
Entonces nadie sabe exactamente qué sería lo recomendable y qué sería lo que los países pueden soportar. Nadie sabe cuánto va a ser. Ahora tenemos cuarentena 15 días más, y probablemente ese día, el 15 de abril, se haga una nueva evaluación.
Los países pueden ser más drásticos, o flexibilizar, o mantener las condiciones actuales. ¿Qué va a pasar en Bolivia? No sabemos porque en 15 días la situación epidemiológica puede cambiar muchísimo, ya sea una eclosión gigante o sea una estabilización de los casos. Entonces nadie sabe qué va a pasar.
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