La crisis ya causó cierres de negocios y emprendimientos que generaban empleos directos e indirectos. Hay incertidumbre en los empleados.
Leny Chuquimia / La Paz
A dos semanas del Día del Trabajo, fecha en la que se solía anunciar el incremento salarial anual, los bolivianos se encuentran en una especie de limbo. Muchos aseguran que no recibieron sus sueldos y no saben si les pagarán o los despedirán.
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El pasado 4 de marzo el ejecutivo de la Central Obrera Boliviana (COB), Juan Carlos Huarachi, planteó como base de la negociación, un incremento de 10% al haber básico y 15% al mínimo nacional. El monto definitivo debía ser acordado antes del uno de mayo, sin embargo, la emergencia mundial que vive el país dejó el tema en suspenso y, por el contrario, empezó el debate sobre la preservación de la fuente de empleo.
Hay incertidumbre por el trabajo, no sabes si te van a pagar o te van despedir, señala Claudia M. La empresa en la que trabaja dejó de operar en cuanto se dictó la cuarentena y si bien recibió el sueldo de marzo no sabe si su empleador podrá pagarle el sueldo de abril o si después de la cuarentena aún tendrá un trabajo.
Al menos unas 600.000 personas han quedado desempleadas. Esto por el cierre de unas 100.000 pequeñas empresas formales e informales. Continuar ya no es sostenible, señaló el presidente de la Confederación Nacional de Micro y Pequeña Empresa (Conamype), Néstor Conde.
Según la Encuesta Continua de Empleos (ECE) del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) en el país el 41% de la población trabajadora es asalariada. El 40,9% de quienes reciben un sueldo son absorbidos por el servicio de educación estatal mientras que la administración pública, defensa y seguridad social acoge a otro 31,1%.
En el sector privado la industria manufacturera ocupa al 20,2% de los asalariados, mientras que la venta por mayor y menor y reparación de automotores a un 18%. El rubro de la construcción acoge a un 10%.
La manufactura, los textiles, madera, cuero, metalmecánica son los más afectados, dice.
Yo era vendedor de un taller de zapatos. No tenía contrato pero siempre recibía mi pago puntual pero ahora ya me quedé sin trabajo, al dueño no le ha quedado de otra. Solo me dijo que no hay como pagarme, que cuando todo pase veremos qué hacer, relata Saúl P.
Los testimonios se repiten entre empleados de negocios y empresas pequeñas o grandes, informales o legales. Y aunque el decreto 4199 que declara la cuarentena en el país señala que todo servidor o empleado del sector público y privado tiene derecho al pago de su salario y el gobierno prohibió los despidos injustificados, los sueldos se reducen o se procede a los retiros.
Los jefes anunciaron que por este mes solo nos pagarán un porcentaje condicionado al dinero que puedan reunir. No han hablado de despidos pero sí de que no saben cuándo nos pagarán, cuenta Matha S.
El 14 de abril, con el fin de evitar despidos masivos el Gobierno anunció el Plan de Apoyo al Pago del Salario. La medida contempla otorgar préstamos blandos por valor de dos sueldos mínimos por cada empleado.
Solo pueden utilizarse para pagar sueldos y salarios, son para que las empresas no despidan a sus trabajadores, dijo la presidenta, Jeanine Añez.
Aunque aún se trabaja en la reglamentación se anunció que los pagos serán a 18 meses plazo y los primeros seis meses no se pagará el capital ni el interés.
No todas las empresas piensan acogerse porque ya tienen deudas. En mi caso ya me anunciaron que no es una posibilidad, dice Cristhian P.
Medidas económicas
- Cuarentena El 14 de abril la presidenta Jenanine Añez amplió esta medida por dos semanas y aprobó más bonos y créditos blandos para que las empresas paguen sueldos, entre otras medidas contempladas en seis decretos supremos ya aprobados.
- Salarios El «Plan de apoyo al pago del salario» consiste en la otorgación de créditos blandos para que las compañías cuenten con recursos para pagar hasta dos meses de sueldos a los trabajadores y así no despidan personal.
- Apoyo Se anunció el «Plan empleo», dirigido a las micro, pequeñas y medianas empresas del país. El programa incluye dos puntos. El primero es la creación de un fondo de 1.500 millones de bolivianos que serán destinados a garantizar las operaciones de las micro, pequeñas y medianas empresas. El segundo establece que los préstamos del fondo a los que accederán las unidades productivas serán entregados a 5 años plazo, con un primer año de gracia.
Constructores piden entablar el diálogo
El sector de la construcción pide empezar el diálogo con miras a la reactivación económica. Sostiene que el rubro tiene 320 mil trabajadores cuyos sueldos no pueden ser pagados.
La situación es bastante complicada, consideramos necesario que se pueda abrir el diálogo para hablar de cómo reactivar a la economía y qué hacer con un sector tan golpeado como es el de la construcción. Va a ser muy difícil reiniciar los trabajos con la prontitud que se quiere, cumplir con salarios y obligaciones sociales, manifestó el titular de la Cámara de Constructores (Codeco) La Paz, Luis Bustillos.
Aunque la cuarentena fue un agravante, no fue la única causa de la emergencia del rubro. Ya en enero el sector se declaró en emergencia por la millonaria deuda del aparato estatal con las constructoras. Datos publicados por el gobierno dan cuenta de que solo la Administradora Boliviana de Carreteras adeuda 700 millones de bolivianos.
Otro aspecto es que tenemos 320 mil trabajadores en el sector público, privado, entre los contratistas y subcontratistas. Esto significa una planilla mensual de 960 millones de bolivianos, en dos o tres meses ya son 2.800 millones que el sector no tiene ahora, indicó Bustillos.
Foto:Archivo / Página Siete
Turismo: es la mayor crisis en la historia
Tras la declaratoria del cuarentena primero en China y luego en varios países en Europa, hasta su implementación en Bolivia, el Rubro del turismo fue en una caída de la que será difícil levantarse. El sector solicita al Gobierno medidas para salvar al cuarto aportante del Producto Interno Bruto (PIB).
Seguro que es el mayor desastre en la historia del turismo, nunca hemos visto algo así. Son prácticamente 70.000 millones de dólares que se van a perder a nivel mundial. Vemos que la prensa, la gente y el Gobierno están pendientes de si la cuarentena se extiende o de las cifras de la pandemia y no creo que se están tomando acciones directas para contener el desequilibrio económico que puede haber, señaló el representante de la Cámara Nacional de Operadores de Turismo, Juan Lucio.
Según datos de del INE y de World Travel & Tourism Council, el turismo genera en el país 295.200 empleos directos; 113.062 se dan dentro el rubro de hospedaje, 68.486 en el de transporte, 42.804 en el de gastronomía, 33.358 por la operación turística, 27.454 en las agencias de viaje y 10.037 en el de recreación y entretenimiento. Con 600 millones de dólares anuales el rubro es el cuarto aportante al PIB.
Adicionalmente, en Bolivia hay ciudades enteras que viven del turismo o en las que es su principal fuente de ingresos. Uyuni, Rurrenabaque, Toro Toro, la Isla del Sol, Copacabana, el norte de Santa Cruz o toda la región de las misiones Jesuíticas son algunas regiones donde el impacto será muy notorio.
El desastre a nivel de empleos va a ser terrible porque es la industria que más va a tardar en recuperarse. Estamos hablando de que empiece a levantarse recién hasta el 2021. Por eso es importante que el Gobierno impulse incentivos para el sector de forma inmediata, afirmó Lucio.
El 5 de abril se envió un plan de salvataje del turismo al Gobierno. Se propuso la creación de un fondo de subsidio que permita a las empresas reinsertarse a la cadena productiva. Se pidió también la conclusión de la reglamentación de la devolución del crédito fiscal para las empresas de turismo receptivo. Pero estas solo son dos de las varias acciones que deben analizarse.
Fuente: paginasiete.bo