Al llegar al departamento del Beni y sumarse a la resistencia indígena contra la “consulta”, con la que el gobierno trata de imponer la construcción de la autopista de la cocaína, el ex masista Filemón Escóbar aseguró que está “dispuesto a morir por el TIPNIS si es necesario”.
La de Escóbar es una voz creíble, porque a diferencia de otros ex compañeros de ruta del proyecto evista, que pasaron de aplaudir a cuestionar sin hacer antes una autocrítica de su participación en el afianzamiento de un régimen autoritario, “Filipo” no dudó en reconocer su cuota parte y decir que “la cagamos apoyando a Evo”.
Hay autoridad moral, entonces, para su postura.
Filemón Escóbar asume ahora la actitud que el gran Lanza del Vasto aconsejaba a quienes emprenden el camino de la no-violencia: “Quien no está dispuesto a hacer por la paz los mismos sacrificios que otros consienten para la guerra, ése no puede hacer nada. El que quiera la paz debe renunciar al reposo”…
Gobernador desdoblado
En otro tema. Cierto que al gobernador cruceño Rubén Costas hay que pedirle varias cosas, por ejemplo, que trate de aplicar “alguito” del Estatuto autonómico mediante leyes departamentales. Pero pedirle que se desdoble para estar en dos sitios al mismo tiempo es un chiste que sólo podía ocurrírsele a la “justicia” del MAS.
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Sucede que dos magistrados, que tal vez lean la hoja de coca o los instructivos del Ministerio de Justicia para decidir sus acciones, acaban de citar en simultáneo al gobernador para el mismo día, en sus juzgados de La Paz y Santa Cruz.
Todo parece una trampa diseñada para emitir un mandamiento de aprehensión.
Que Costas se haya aplazado varias veces en su rol opositor no quita que lo que está pasando sea un abuso…