Economía de palabras – Humberto Vacaflor Ganam
Aparte de la nueva demostración de las dificultades que tiene con la lectura, esta vez en presencia de sus profesores de primaria, como acusándolos de ineptos, el presidente Evo Morales hizo en su discurso de Oruro un repaso de todos los éxitos económicos que cosechó de los gobiernos anteriores.
Pero olvidó mencionar un indicador decisivo, el de las inversiones, que presenta el mayor grado de déficit, y es, casualmente, el único del cual él y su gobierno son los responsables.
Mencionó las cifras de la cartera bancaria, que se multiplicó por tres entre 2005 y ahora, los depósitos, el número de cuentas bancarias, pero sobre todo mencionó el hecho de que los ingresos por el IDH crecieron de 600 a 3.500 millones de dólares.
Con una pequeña dosis de honestidad, debería haber agradecido a los gobiernos que dejaron todo eso sembrado, incluida la creación del IDH, además de la producción de gas suficiente para exportarlo a Brasil, con un contrato firmado por los neoliberales.
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En la primera lista de indicadores quizá podía haber reclamado la paternidad de algunos de ellos, referidos al incremento de los ingresos ilegales que agobian a los bancos.
Pero su silencio mayor fue el de las inversiones. No aludió a ellas, porque seguramente no quiso dar las cifras.
A cambio de ello dijo: “Ya tengo mucha desconfianza de la inversión privada”. Esto en relación a la salida de Jindal Steel & Power del país y al avance de las empresas estatales en la economía nacional (de 18% a 34%). En esta frase está contenida la política económica que propone para el futuro.
Lo más preocupante de su discurso, aparte de que sugirió la posibilidad de quedarse en la presidencia hasta el 2025, fue su silencio sobre los cocales ilegales. Dijo que los que estén dentro de los parques serían eliminados, pero no sentenció a cocales excedentarios que no están en los parques.
Junto a él estaba otra persona preocupada por un silencio personal: el presidente no quiere hablar de su compañero de fórmula para 2014. Quizá la presencia inexplicable de Jaime Paz Zamora en la ceremonia pueda servir de dato revelador el futuro binomio.